sábado, 12 de octubre de 2013

MUCHOS ERAN TERRORISTAS, NO BEATOS
Tomaron partido por Franco contra la democracia y murieron en el caos que provocaron
Son terroristas que aplicaban el tiro de gracia a los condenados.
Unos al altar, otros siguen olvidados en las cunetas. Triste justicia…
                       
   
                      Era su cruzada…

1,2,3,4,……………………………………………………………..522 nuevos beatos en la iglesia católica. Se les considera mártires y yo pregunto de qué.
            La iglesia católica apoyó la dictadura de Primo de Rivera allá por los años 20 del siglo pasado, atacó a la república y sus ideas con todas sus fuerzas y desde todos sus púlpitos, llamó al alzamiento contra el poder establecido y tomó partido por un bando, el del asesino que provocó con el alzamiento cientos de miles de muertes.
            Los que sois jóvenes no habéis conocido aquellos curas doctrinarios, intransigentes, mensajeros del pecado y enviados de dios para mandar al infierno a quienes no cumplieran sus puñeteros caprichos. Aquellos curas, en connivencia con el poder franquista que paseaban al dictador bajo palio, daban el tiro de gracia a los ejecutados con su mala leche, para que no sufrieran…(pobrecillos).
            Aquellas personas que desde sus púlpitos llamaban al golpe de Estado no son mártires de nada, no murieron por defender sus ideas sino por intentar imponer a la democracia las suyas aunque fuera a costa de muertes y torturas incontables. El Estado intento contener la justicia inmediata que el pueblo tomo por su mano y no siempre llegó a tiempo de evitar la muerte de enemigos declarados del estado.
            No son mártires ellos, son mártires los maestros, anarquistas, alcaldes y personas decentes que luchaban por una sociedad más justa y que dentro de los cauces democráticos llegaron al poder para cambiar algo las cosas. Los ricos y la iglesia unieron las fuerzas con el ejército para convertirse en terroristas allá en los años 30 del siglo pasado. A parte de esos terroristas se les declara mañana beatos, pero solo a los de un bando. El papa debe tragar muchos sapos pero no estaría de más que sus palabras estuvieran un poco, solamente un poco, en línea con lo que predica.
            Es una provocación en toda regla. Para unos el olvido en las cunetas, para otros un altar dentro de la iglesia. Aquellos religiosos de antes estuvieron al lado del fascismo y su jerarquía aplaudió la guerra y se alió con un bando. Son víctimas de una guerra injusta que ellos provocaron, no mártires que tengan que llegar a insultar la inteligencia de los españoles que sufren la perdida de seres queridos por defender el orden democrático.
           
Nota: Mañana no iré a la manifestación, evidentemente. No me junto con determinadas personas e ideologías pero tampoco quiero que me apunten en ninguna otra bandera. Creo que es mal día para celebrar nada que no sea el holocausto de los pueblos indígenas de América Latina. Creo que el PP y Ciutadans albergan lo más rancio de la idea de aquella España, que no es la mía.
            No me borren de nada pero no me apunten al silencio. Queda escrito lo que siento …..


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