ESTOY CONTENTO PORQUE CADA
AÑO ES MENOS NAVIDAD
Ahora parece una fiesta de botellón patrocinada por el Corte
Inglés.
Sin la vaca y el buey hace frío en el portal, es solsticio,
tiempo de fiesta.
20.000. Gracias a todos los que algún día gastasteis un rato
en compartir mis neuras.
Hoy
estoy contento porque lentamente se me van retirando muchos de los tics de
estas fiestas. No he podido evitar algunas celebraciones previas pero solamente
he estado en las que me ha apetecido y eso es algo que me encanta aunque vengan
muy seguidas para lo que el cuerpo puede aguantar.
Ayer
me sorprendió no escuchar a los niños cantando la lotería. Años atrás extendía
mis décimos y esperaba los premios gordos a ver si me tocaba la pedrea, marchaba
la mañana y yo guardaba los números con pequeños premios para ir a gastarlos en
el sueño del Niño. No era lo mismo pero ayudaba a terminar el día sin acordarme
de lo sano que estaba.
En
la calle no escucho villancicos y la parte religiosa ha bajado muchos enteros.
Cada año se parece más la navidad al Corte Inglés que el niño de Belén y eso,
en un país capitalista, molesta menos. Todo el tiempo hablan de cómo van las
ventas y de los precios del marisco, yo prefiero escuchar frases echas sobre
estos temas que el sufrimiento de María y José allá lejos de casa, en una
cuadra y sin la vaca y el buey que les den calor…
Tengo
un poco de prisa para que pasen los días de fiesta y vuelva la normalidad donde
intento vivir momentos para recordar. Estas fiestas son muy previsibles y es
difícil escapar a la rutina de los años, prefiero los encuentros fortuitos, o
una cena concertada en viernes o en martes, que aquellas que señalaron hace
mucho tiempo personas que no me caen bien. Jorobaron el solsticio y se fueron
apropiando de los festejos paganos, ahora vuelven los jóvenes a reivindicar su
espacio para dar de nuevo la vuelta a la tortilla y olvidar el belén y los
magos. Algo está cambiando muy deprisa y creo que es para sentirnos menos
ligados a la parafernalia religiosa que nos invade hasta en las leyes, como
comentaba en mi blog de ayer. ¡Que aborte Gallardón! Están haciendo daño a
nuestra sociedad imponiendo “orden” y “pureza” pero no pueden evitar que los jóvenes
no canten villancicos y estén hasta las narices de las largas veladas
familiares.
Finalmente
estoy contento porque el otro día me di cuenta de que estaba muy bien en compañía
de 10 niñas que han conseguido ser parte de mis semanas y que aportan una nueva
experiencia, muy bonita, a mi jubilación. Gracias Laly por esa poesía llena de
sentimientos que nos ayudó a sentirnos a todas un poco más unidas.
Ojo: El blog marca 20.000, algo
inimaginable cuando hace poco más de un año comencé a martillear el teclado
para pasar un rato agradable. Me habéis sorprendido quienes días a día habéis
compartido mis cabreos y mis llantos en compañía de la luna. Espero que
tengamos días, como hoy, para estar contentos aunque no celebremos la navidad.
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