lunes, 14 de enero de 2013


LA VIOLENCIA NO ES LA SOLUCIÓN
         Muchos jóvenes no piensan lo mismo y nos entristece.

                               Grupo de adolescentes que amenaza colgando fuera juntos fuera de beber Foto de archivo - 9875923                       

            Acabo de leer los resultados de un estudio con adolescentes italianos y españoles (casi 7000) en la que encuentro afirmaciones chocantes. Más de la mitad piensa que la violencia está justificada para conseguir un fin. Uno de cada cuatro padres, afirman, defiende que sus hijos utilicen la violencia para defenderse y más de la cuarta parte está interesada en manejar armas de fuego. Uno de cada cuatro (casi 2.000 en la muestra) reconoce insultar a compañeros y haber amenazado a conocidos o amigos. Uno de cada diez (unos 800) consideran la violencia necesaria, útil y agradable.

            Estamos asistiendo a cambios que no habíamos imaginado, regresa la violencia con excesiva frecuencia a las relaciones entre compañeros y en las parejas de jóvenes. La exposición continua a hechos violentos en los videojuegos, en la televisión y en el cine han acabado por instalar en la normalidad un fenómeno peligroso, la falta de respeto a las personas que tenemos a nuestro lado. Se considera gracioso machacar a un compañero, se atacan las diferencias y, cuando beben, a veces recurren a actos violentos para divertirse.

            El estudio habla de la necesidad de controlar a los jóvenes, jugar con ellos, conocer sus preferencias y estar pendientes de sus desatinos. Algo de esto puede tenerse en cuenta pero ya es tarde para encauzar conductas violentas que normalmente se apoyan en el grupo de amigos y los padres no pueden ser permanentes esclavos de cada minuto de ocio de sus hijos. Educar antes, mucho antes, en la responsabilidad ayudará a poder manejar la adolescencia con alguna ventaja.

            Cuando un niño pequeño da una patada a sus padres o les insulta y se ríen sus gracias estamos poniendo cimientos a la violencia. Cuando en la convivencia familiar no prevalece el respeto a los otros, sean inmigrantes, gitanos o compañeros, estamos poniendo arena en los fundamentos. Es mucho antes cuando debemos preocuparnos de los juegos de nuestros hijos, de hacerles ver nuestros principios e introducir valores de respeto a los demás. Cuando Educación para la Ciudadanía es una asignatura a suprimir de inmediato no estamos intentando ayudar a la realidad que comentábamos.

            El fracaso escolar que aumentará con la nueva ley, la crisis que creará situaciones conflictivas en las familias y la falta de normas claras en muchas familias provocará una situación difícil para los próximos años. Yo creo que el respeto a lo que nos rodea, sea naturaleza, medio ambiente, animales o personas, enriquece a los seres humanos y les dota de una autoestima que contribuirá a que disfruten más de su vida.

            

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