domingo, 13 de enero de 2013


LOS MUERTOS DEL EJÉRCITO SON HÉROES CONDECORADOS
         Otros muertos, que luchan cada día por una sociedad mejor, son olvidados.

                        Militares españoles realizan labores de reconocimiento en la ruta Opal

            Explicar, antes de entrar en tema, que tengo un gran respeto por las vidas humanas, por todas. Me duelen los muertos en Pakistán, en Palestina, en Estados Unidos o los que habrá no tardando mucho en Mali porque los occidentales han decidido arreglar sus problemas.

            Las muertes hay unas que me duelen menos que otras, ya sabéis que con algunas hasta me he tomado un cubata. No siento igual la muerte de un minero que la de un torero y tampoco la de una persona que hace una actividad de riesgo que la de quién es atropellada en un paso de cebra.

            La reflexión que quería hacer es contra la parafernalia del ejército que crea mártires a cada paso como si fueran los únicos superhéroes de este país. Una bomba le estalló cuando iba con un coche, en zona de guerra, a una persona que había elegido la profesión de desactivar artefactos explosivos. Un avión especial para repatriar sus restos, una llegada de película, todos los mandamases a la fotografía del queda bien (hasta el príncipe quiere lavar imagen, aunque no llevaba a su Corina), medallas al mérito, cientos de soldados haciendo horas extras, televisión obligada, declaraciones del cura castrense defendiendo lo más rancio de la tradición militar…

            Si esto se hiciera con cada persona muerta en acto de servició a la sociedad sería algo lógico, pero es que olvidamos a los que fallecen en el día a día cumpliendo con su deber, a los que mueren en la calle porque esta sociedad se olvidó de ellos, a los que fallecen después de una vida dedicada a hacer más fácil la vida de los demás, a los que no se sabe si mueren por una antena o una línea de alta tensión… Todos olvidados en un renglón, de los sucesos sin importancia, de un periódico menor.

            Tengo respeto a todas las vidas por eso me cabreo tanto cuando la justicia trata con tanta saña a algunos y salva a los poderosos, cuando una muerte se magnifica porque el ejército y la iglesia se aúnan para crear sus mártires y sus santos. Si a Mas y compañía les pedimos que estén por lo que hay que estar qué no diremos de los que hicieron el montaje de despedir a un muerto en una guerra a la que nadie llamó a este país ni al fallecido.

            ¡Tenemos ejército e iglesia para rato! Este es un problema de mal arreglo, nadie se atreve a cuestionarlo.
                   "Un centinela de la paz que ha muerto por nuestra libertad", arzobispo castrense en el funeral. Sin comentarios.

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