martes, 10 de diciembre de 2013

AEROPUERTOS SIN AVIONES
Se malgasta el dinero público para promocionarse el político de turno
Aeropuertos sin sentido común han desistido de esperar aviones, pueden convertirse en pistas para hacer carreras…
Cada día más en nuestro país respetamos menos lo que es de todos, también nuestro.

                                 
             España se ha visto invadida por aeropuertos fantasmas, vendiendo grandezas inexistentes y buscando réditos electorales con el dinero público (o de las cajas de ahorros, que es lo mismo). Castellón, Ciudad Real, Lleida, Huesca, Albacete, Badajoz, Córdoba, León, Murcia… son historias de dilapidación del dinero de todos y una muestra palmaria del poco respeto que los españoles tenemos a los bienes comunes. En la mayoría de estos aeropuertos no hay aviones ni pasajeros y los que permanecen abiertos lo hacen sin vuelos regulares o con menos de una conexión por día.
         Durante estos meses intentan sacarse el muerto de encima, sobre todo si los construyó el otro partido del duo que nos malgobierna, y los ponen a subasta por 100  millones cuando han valido 1.000 o funcionan como restaurantes cuando su objetivo era otro muy distinto.
            En todos, los políticos prometían grandeza y riqueza a la zona, negocios increíbles y dinero fácil. Pienso que el único dinero fácil fueron las comisiones que entregaron a toca teja la mayoría de las empresas constructoras. Os cuento cinco detalles  del aeropuerto de Castellón por la megalomanía de Fabra que tiene su estatua de 24 metros de alto y 33 toneladas de peso con un coste de 300.000 euros y que se oxidó a los 60 días de instalarse… Todo un chiste que ya hace reír a la prensa internacional.
            Inaugurado en 2011, dos meses antes de las elecciones, sin licencia de apertura ni aviones a la vista, escucho con mudo asombro la frase del visionario: "Hoy empieza la transformación socioeconómica de Castellón".
            Aquel año contrató ocho halcones y ocho hurones para acabar con las aves o conejos que pudieran poner en peligro a los aviones que nunca llegaron. 90.000 del ala. Incluso hubo problemas con contrabando de especies protegidas…
            Para marcar distancias gastaron en publicidad 23 millones de euros e incluso patrocinaron al equipo de fútbol del Villarreal (todo queda en casa) por 4 millones más.
            La historia de la riqueza que llegaría deslumbró a cualquier castellonense crédulo pero olvidaron que existía un aeropuerto, el de Manises, a 45 minutos por autopista.
            El gobierno valenciano ha anunciado que gastará medio millón de euros en reparar las goteras de la instalación antes de subastarlo a la iniciativa privada.
            No ha llegado ni un solo avión ni existe proyecto a la vista, se deterioran por falta de uso las instalaciones y el capitán, el padre de aquella del que “se jodan” los parados, abandona el barco, esperemos que camino de la prisión. Nadie le ha denunciado por el aeropuerto, las condenas vienen por otras tropelías…
            Solamente son ejemplos repetidos de lo poco que respetamos el dinero de todos. Cuando a los políticos les dejan la llave de la caja son increíblemente generosos para dilapidarlo. Posiblemente han aprendido de pequeños a malgastar o no cuidar lo común. Aquellas luces, aquella ventana abierta en invierno con la calefacción a tope, aquel vidrio roto, aquel banco destruido, aquel contenedor quemado, aquella marquesina destruida, aquel material del ayuntamiento, de la diputación o del ministerio que no era controlado y volaba… son gérmenes del poco respeto que en este país se tiene a lo de los demás, que también es nuestro. Solamente tenemos que recordar que los visionarios de estas chapuzas, y mil robos más, son nuevamente votados por una ciudadanía responsable y de orden que ya reclama la privatización de todo…
            Aquella frase de Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. ¿Cuándo comenzamos?

Ojo: En una discusión en el barrio de San Agustín (Caracas), una mujer le dice a otra: “¡Ay chica, tú es que hablas como Chávez!”. Y la señora le contesta: “No, es que Chávez hablaba como nosotros”. Y así anda este pueblo. Hablándose, encontrándose, convocándose.
                               

1 comentario:

  1. Quins collons que tenen aquests polítics. Tots al carrer¡¡¡

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