miércoles, 25 de diciembre de 2013

EL NIÑO JESÚS ANDA CABREADO
José, su padre, le maltratará en su infancia porque le tienen por cornudo en su pueblo.
El niño anda con una bronquitis crónica desde las noches sin la mula y el buey en el pesebre.
Ha decidido nacer en verano y en Nazaret porque no le gustan los reyes, ni el frío ni Belén.


                                          

             Acabo de nacer y ya me han montado un cristo de la leche. No se a quién se le ha ocurrido llamar a tres reyes de oriente para que vengan a Belén, ni ellos vendrán ni yo posiblemente nazca en Belén porque mi pueblo de siempre ha sido Nazaret. Para adornarlo más dicen que traen oro, incienso y mirra (una pasta gansa) y yo sin enterarme me pasé mi adolescencia cuidando ovejas para no morirme de hambre.
            Lo último que se les ha ocurrido es coger una estrella (o sea un cachopedazodecosa tan grande como un sol) y sacarla de su órbita dentro de la galaxia y la han puesto justo encima de un establo en Belén donde no se les ocurriría entrar a mis padres ni de broma. No se han enterado de que un carpintero es una profesión digna y con ingresos y que si yo me fui a cuidar ovejas es porque todos mis hermanos y yo no podíamos vivir de hacer cuatro muebles.
            Lo más penoso es que me han jodido la infancia. Con el cuento de que mi madre es virgen José, mi padre, anda que se sube por las paredes con un ataque de cuernos que pagamos mi madre y, la criatura que no es su hijo, yo. Me han preparado una niñez de perros y por eso me rebotaré contra las instituciones, no hay quién aguante un padre al que además de cornudo le dicen que todo es cojonudo y que así debía de ser. Mi madre no se atreve a abrir la boca porque tiene miedo de jorobar el tinglado tan bonito que han montado y deja que su marido siga en parentesco con el buey.
            Me ha jodido mucho que me hagan nacer en invierno y en un pesebre, sin luz ni calefacción, y además ahora me quitan al buey y la mula para que coja una pulmonía. Ahora que cortan la luz, y se acaba el mundo para las personas, a mi me colocan a la intemperie, sin animales que me den calor y en el mes de diciembre. En vez de cuidarme ponen una estrella encima del portal y no quieren que se entere Herodes de donde estoy. Mata a tropecientos niños inocentes y no ve la estrella ni a tres reyes montados en camellos, pues los camellos cantan que te cagas al lado de un establo fuera del desierto.
            La última que han montado es la de los pastores. Yo nací en mi casa y en verano y los pastores estaban en el campo con sus ovejas y en sus asuntos. Ni una estrella rebotada del firmamento puede perturbar su sueño. Además se ha puesto nerviosa la luna porque teme que se deshaga con el calor de la estrella y tenga que volver a vagar como un cometa maldito por el universo sin nombre, los hombres deben de estar tranquilos porque no pasarán frío si la estrella tiene el detalle de acercarse a mi cabaña. No se como quieren colgarme por delincuente en la cruz si no hay quien sobreviva a una estrella que se acerca.

            Solo estoy contento porque me han dejado unos años sin tener que hacer milagros y escondido en casa con mis hermanos. Si se enteran que tengo hermanos inventan una incursión de Herodes y compañía y me dejan huérfano.
                         

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