viernes, 4 de febrero de 2022

 CLUB DEPORTIVO ESCOLAR CAN ORIACH 

4 PRIMEROS PASOS 

      

Otro de nuestros pilares: La Floresta 

La temporada 1977/78 la pasamos a trompicones buscando dinero, contactos y pensando cómo extender la idea para que los centros de Can Oriach se unieran a nuestro proyecto para formar competiciones atractivas. Algunos equipos seguían participando en las competiciones de Sabadell y nosotros comenzamos a perfilar la idea de ser algo diferente que llegara a muchos alumnos disminuyendo la competitividad. 

El fútbol estaba suficientemente desarrollado y decidimos que nuestro club se centrase en el atletismo, el baloncesto, el balonmano y el voleibol. ¡Maestros futboleros! 

 La idea era disminuir la competitividad y ayudar a crear un ambiente agradable que apartase la droga y la delincuencia de la mente de los futuros jóvenes. Can Oriach contaba ya con más de 40.000 habitantes y tenía 8 centros escolares, todos ellos públicos. Ahhh... y demostrar al ayuntamiento franquista que éramos capaces de cumplir las amenazas. 

Las visitas al Consejo Superior de Deportes en Esplugas se convirtieron en una rutina, las entrevistas con sus dirigentes se intensificaron, trasladamos nuestras ideas y les mostramos lo que ya teníamos en funcionamiento en la temporada 1977/78 y los proyectos que llegarían en el siguiente curso si nos ayudaban. No sabemos por qué, sospechamos que necesitaban apariencia de ayudar a organizaciones lejanas a la dictadura, pero los 60 equipos que jugaban en los colegios del barrio y el cros que organizamos en Can Deu con más de 400 alumnos, monitores y maestros también debió ayudar a pensar que nos podían tener en cuenta. Algún maestro de La Roureda, valenciano, tenía contactos con la entidad y abrió las primeras puertas. 

El ayuntamiento se había convertido en nuestro enemigo y comenzamos a pedir ayuda a Cajas de Ahorro, Bancos, tiendas del barrio y hasta a empresas como Nestlé, madalenas Ortiz o Coca Cola recibieron peticiones de colaboración para llevar a cabo el proyecto y tener camisetas y balones para las actividades que se realizaban.  

Rifas, unos poquitos socios, la lotería, coches particulares que viajaban a cuenta del propietario a Barcelona, a Esplugas y a cualquier lugar donde nos pudieran ayudar hicieron posible malvivir durante este primer año. Teníamos las instalaciones de los colegios, los conserjes que nos aguantaban sábados y domingos, el material de los centros y unos directores y Asociaciones de Padres que no pusieron pegas a nuestro proyecto. 

Los padres de los alumnos, en aquellos años, tenían más horas de trabajo de las que podemos contar y casi nunca aparecieron en los colegios para ver a sus hijos jugar. Quizá el que los alumnos no pagaran nunca nada, pues el club se hacía cargo de viajes, camisetas, balones y de entrenar gratis a los equipos hacía menos llamativa la labor que el Club estaba realizando. Sin los exalumnos que seguían jugando en 1977/78 con nosotros, y alguno ya federado, nada hubiera sido posible, sin la ilusión de aquellos maestros nunca hubiera nacido el club.  

Aunque parece que no hemos existido pues en todas las revistas, documentos, historias del barrio que he consultado nunca aparecemos y se cuentan los logros de cuantas entidades existieron en aquellos años en Can Oriach. Desde los clubs de fútbol al motocros (que solamente sentí en la fiesta mayor), pasando por el ajedrez, la colombicultura, los clubs de petanca o la sociedad pajaril todos tienen extensos relatos de sus actividades deportivo-recreativas y se ignora a nuestro club completamente. Creo que merece unas líneas por lo que iremos relatando. 

Sin los maestros y monitores de La Floresta este club no hubiera nacido. El balonmano tenía allí su centro neurálgico ¡y a nuestro tesorero! 

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