RECORDANDO
A JOSÉ CARLOS EN EL I.E.S.JONQUERES
Es
muy bonito, después de siete años, ver que hay tantas personas que le recuerdan
y que echan muchas horas para organizar las jornadas deportivas que llevan su
nombre.
Mañana
de emociones que quiero concluir con un aplauso para los organizadores.
Este
blog comenzó hace casi 5 años, 1237 días escribiendo, como un órdago al olvido
de una persona a la que estimaba y en ello seguimos…
He acudido, cómo los últimos siete
años, a las jornadas deportivas que llevan el nombre de mi amigo. Al subir he
recordado plazas conquistadas a la invasión urbanística, he visitado el “Rudera”
donde compartimos un curso con 80 alumnos de seis años, me he acercado a La
Floresta donde entregó ilusión a raudales y he acabado en el Instituto
Jonqueres donde se jubiló hace siete años. Unas grandes personas han mantenido
vivo su recuerdo y consiguen emocionarme cada año porque me trasmiten
sentimientos que comparto.
Ver su nombre en la biblioteca del
centro es un homenaje a la persona que trabajó hasta el último momento por
estar al lado del barrio y, dentro del barrio, preocupado por los menos favorecidos.
Pego parte del escrito del primer día
de este blog. Sigo jugando al mus y manteniendo mi órdago al olvido. Me canso
de ganar porque tengo presente a José Carlos muchos días.
José Carlos era buena
gente. Siempre preocupado de los demás, atento a los detalles, generoso, gente
de fiar; amaba la vida y la vida le entregó la felicidad que él supo disfrutar
intensamente. Sentimos rabia y presentimos injusto que no haya sido generosa
con él unos años más.
En los últimos meses
cuando viajaba a Villaflores, su pueblo, preocupado por la familia no hacía
otra cosa que ser José Carlos. Al subir al instituto, justito de fuerzas, el
último trimestre era José Carlos que amaba su trabajo, el de maestro. Al
compartir la mesa en la merienda del bar nos hablaba de amistad y cercanía. Al
asistir tantas personas a su jubilación le dijimos bien alto que sabíamos quién
era.
Todos sabemos, hasta
los que no creemos, que la forma segura de continuar su vida es hacerle vivir
en el recuerdo. Tantos momentos, tantos detalles, tantos gestos… podemos
prolongar su vida guardándolos en lugar seguro para visitarlos de vez en
cuando.
Quiero invitaros a
participar en este órdago a la vida: hacer duradera su existencia a través de
los momentos que con él compartimos.
El mundo será menos
acogedor a partir de hoy porque acabamos de perder a una persona a la que
amábamos, pero en los ratos de silencio podemos sentirle a nuestro lado y
sabremos que el órdago contra el olvido lo vamos ganando.”
Este Blog que nace hoy
quiere ser mi órdago para ganar al olvido. Va por ti, José Carlos.
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