jueves, 17 de agosto de 2017

AHORA TENEMOS LOS MUERTOS CERCA
Al dolor por la muerte de seres humanos se une la  cercanía del atentado.
Parecía que estos atropellos eran problema de Londres, París o Bruselas hasta que han matado a 13 personas en la Rambla de Catalunya de Barcelona.
Podía haber sido yo o tú que esta mañana decidimos ir a la playa, comer por la Barceloneta y pasear un rato por la rambla de las flores.

                      Foto: Foto: Reuters/Albert Gea.

            Sabemos lo fácil que es alquilar una furgoneta y acelerar contra un grupo de personas. Ya lo hemos visto tantas veces que hemos concluido que no se puede evitar y que la vida de algunas personas se acabó de repente sin estar esperando noticias de la desgracia. Hombres y mujeres que disfrutaban de las terrazas del paseo, de las estatuas vivientes o de las flores, paseando hacia la Plaza de Catalunya. Escucho las sirenas y es espeluznante pensar que sienten las personas que están cerca y que no saben si en la esquina aparecerán personas dispuestas a morir matando.
            Hasta ahora en el blog hemos criticado la forma en que se armó a estos grupos que sustentan el terrorismo pero eso queda lejos. Ya no necesitan armas, pueden elegir el lugar del mundo donde más daño hacen; Barcelona una ciudad a tope de turismo y ha sido atacada provocando un pánico del que no podemos medir las consecuencias. Ya tienen la primera página de todos los medios de comunicación, están vivos y demuestran que pueden matar cuando lo desean, tienen sujetos dispuestos a inmolarse para acabar con los infieles y sacar pasaporte directo para el paraíso.
            Personas dispuestas a morir matando, algo que nos resulta difícil de entender a quienes amamos la vida y creemos que es lo único que tenemos para disfrutar. La religión, un compañero difícil de perdonar en algunas fases de su historia, es el eje conductor de sus creencias y la fe, sin razonamientos, la compañera de estos asesinos que creen servir a dios quitando la vida a personas que no conocen.
            Yo lo único que voy a sacar hoy en claro es que voy a mirar muchas más noches a la luna, que voy a querer a mi gente y se lo voy a decir por si algún día no me da tiempo a hacerlo porque algo o alguien acabó con el tiempo que me habían concedido. Hablábamos el otro día de lo hermoso que estaba el campo en primavera, hoy podemos decir a las personas que llenan las playas que no olviden pasear junto al mar para contemplar el atardecer y disfrutar del tiempo que nos regalan las vacaciones.
            Ver pasar el tiempo con calma, no correr haciendo muchas cosas porque entonces acabamos reproduciendo la vida del trabajo.

            Duele ver como las personas mueren cerca, quizá nos ayude a sentir dolor por quienes mueren lejos.

1 comentario:

  1. Muy bueno, Elías, y muy distinto de lo que los santones periodísticos y analistas muy listos pueden escribir. Se ve que te sale de un corazón pleno y positivo. Un abrazo.

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