UN
ECLIPSE
Es
impactante que la luna se sitúe justamente delante del sol con lo grande que es
el universo.
Nos
damos cuenta de la importancia del calor de astro rey para nuestras vidas.
¿Se
le está haciendo de noche al mundo capitalista occidental?
Observaba las imágenes del eclipse
de sol en Estados Unidos y me he quedado con la boca abierta. ¿Cómo es posible
que coincida de una forma tan perfecta la alineación de los tres cuerpos
celestes? Mira que es grande el universo y han coincidido; lo mejor ha sido que
los dos han seguido dando vueltas y que de nuevo se ha hecho la luz y el calor
nos seguirá visitando, aunque nos moleste estos días su intensidad a nosotros y
a los pantanos.
Esto del sol ardiendo y soltando
olas de fuego de cientos de quilómetros siempre nos ha quedado lejos, al igual
que los grandes meteoritos que se pasean sin control por el espacio y que
solamente nos visitan los pequeños desde, al menos, la edad de los dinosaurios.
Nos hemos acostumbrado a creer en la eternidad de la Tierra y por eso no
ponemos freno a los ataques de los humanos para hacerla inhabitable o quizá es
lo contrario, pensamos que cualquier día un meteorito de los grandes nos pega
un viaje y no vale la pena ahorrar disgustos al clima para que venga otro a acabar
con el Planeta.
El eclipse también me ha nublado un poco el día. Observo como nos vamos
acostumbrando a vivir esperando la luz y se ha detenido todo para que vivan
bien los de siempre y la crisis siga afectando a los mismos. El sistema
capitalista ha perdido la fuerza, la luz, para ilusionar a los de abajo,
siempre pierden los mismos, siempre quedan con la ilusión frustrada los que lo
pasan mal y ahora hasta los jóvenes han dejado de soñar que ellos tendrán una
vida y una jubilación mejor que la de sus padres.
El eclipse que hemos presenciado hoy
es un aviso de que ya solamente queda oscuridad, nos ha congelado el miedo a
los cambios y han desaparecido los indignados. La prensa no está dispuesta a
aguantar gente en las plazas, personas que arriesgando un poco hagan bajar del
burro a los que están abusando de la paciencia de los de abajo. El problema es
que si se mantiene mucho tiempo la oscuridad puede haber una reacción mucho más
violenta por parte de los que tienen que aguantar en el umbral de la pobreza.
Ya no hay un dios que predique el
valle de lágrimas, tendrán que buscar nuevas excusas para mantenerse en el
lugar del sol cargado de promesas que nunca cumplen.
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