DARDOS A LOS DETALLES

Para olvidar lo importante: EE.UU. y Occidente son también culpables.

Han financiado a Arabia Saudí y Qatar que van haciendo el trabajo sucio.

Cargarse a los gobiernos que no le gustan a occidente para sus negocios.

                   

  

            Vivimos en una sociedad, de la que nos será muy difícil escapar, en la que Estados Unidos (Trump y sus compinches anteriores) marca la política mundial y a occidente (España cuenta poquito, solamente un lugar en la foto de la Azores) le queda el papel de comparsa. Estados Unidos necesita guerras para que sus fábricas de armas sigan teniendo beneficios (y saquen lo viejo para modernizarse) y aliados en los puntos estratégicos del Planeta para su petróleo e influencias varias (si no eres amigo, y callas, te regalo una guerra).

            En esas estábamos. Viendo cómo millones de personas morían en las guerras provocadas o huían para acabar en el fondo del Mediterráneo. Todo estaba lejos hasta que comenzaron a sobrar en los países de acogida los refugiados y unos grupos, armados por Qatar y Arabia Saudí, se apoderaron de territorios y exigieron prebendas múltiples a quienes les armaron (Occidente y sus Torres gemelas). Bin Laden debe sonreír desde algún sitio por ser el primer inventor de “dame armas que luego te pago”.

            Venden armas todos los países occidentales que tienen tales fábricas, penoso pero que me expliquen quién hace algo para pararlo. Porque ese Jefe de Estado, heredero de otro impuesto por un asesino llamado Franco, no pinta nada en esta película de países poderosos, salvo salir en la foto con el emir de turno. Promocionan a estos países ricos en petróleo, dictaduras sanguinarias, y se dedican a machacar a Ecuador o Venezuela que votan a sus dirigentes y respetan los derechos de las mujeres…

            Escribo esto porque todos están intentando utilizar los atentados de Catalunya para apuntarse tantos o criticar al contrario con detalles irrisorios y ensalzando a unos cuerpos de seguridad (incluidos los Mossos) y a unos servicios de inteligencia que se evidencia que fallaron en cosas básicas. Imanes sin controlar, avisos sin dar importancia, controles que se saltan, prevención insuficiente en la Ramblas, 100 bombonas que explotan y parece que haya fuegos artificiales, casa ocupada sin denuncia del banco propietario, reuniones concurridas que nadie  detecta (con el imán campando a sus anchas en un pueblo de 10.000 habitantes)…

            Las personas reaccionaron muy bien, los servicios de emergencias fueron muy eficientes, pero los políticos volvieron a sus dardos y a sus segundas intenciones para mantener otra guerra que ya llevan años empeñados en reclutar fuerzas para ella. He visto fotografías del Papa, de las reina de Inglaterra, del presidente Francés, de la alemana Merkel y de mil mandatarios, artistas y deportistas con niños enfermos o víctimas de atentados y aquí parece que seamos diferentes, yo no quiero este jefe del estado pero hace lo que todos los mandatarios occidentales en esta sociedad capitalista de imágenes.

            En la manifestación no deberían tener sitio preferente polémicas fuerzas de seguridad que parecen haber fallado más de lo que la prensa admite. Personas sin bandera, anónimas, es lo más que puede soportar la inteligencia si queremos romper el protocolo de políticos o sindicalistas en las fotografías de las manifestaciones. A ver que hacen los dirigente políticos si no encabezan las pancartas y cierran con sus discursos los actos programados para su mayor gloria y permanencia.