CÓMO MANTENER VIVOS LOS CONFLICTOS

El conflicto de las FARC colombianas produjo 300.000 muertos.

Gobierno y guerrilla se ponen de acuerdo para alcanzar la paz definitiva.

Nosotros seguimos queriendo encarcelar a Otegui y ellos les reservan escaños en su Congreso.

                        

             Hace unos meses ya reflexionaba sobre el mismo tema comparando el proceso de paz de Irlanda con la forma de resolver el problema de ETA en nuestro país. Seguimos apretando las clavijas, hasta intentar ponerles de rodillas, con los presos diseminados por toda España, apretando las condenas hasta negarles beneficios penitenciarios que regalan, con razón, a los presos comunes. Ni un paso atrás gritan, prietas las filas, viendo como sus cachorros aplauden, alguna asociación parece legislar en el tema más que los jueces y manteniéndose como vivero de independentistas en lo cual es un especialista el gobierno de Pinocho.

            Hoy leía el acuerdo al que han llegado el gobierno de Colombia (nada sospechoso de izquierdismo o rompe patrias)  y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Entregan las armas y sus bienes y pasan a convertirse en un partido político que participará en las próximas elecciones. Incluso les aseguran 10 escaños en el futuro parlamento si el pueblo decidiera no respaldar sus propuestas.

            ¿Este conflicto ha provocado víctimas? Así por encima se habla de 250.000 muertes, 60.000 desaparecidos y cerca de siete millones de personas desplazadas de sus hogares. Alucino pepinillos cuando imagino los muertos y a los familiares de las víctimas asumiendo este proceso para alcanzar la paz en el país. ¿Podemos imaginarnos algo parecido, lejanamente, en nuestro país?; llevamos años sin atentados y ni siquiera hemos acercado los presos a Euskadi para que sus amigos y familiares no tengan que desplazarse para visitarles.

            Nosotros seguimos persiguiéndolos por tierra, mar y aire (cita de Cospedal) por el mundo entero provocando reacciones violentas entre las personas cercanas a sus ideas. Ni un solo movimiento o declaración que no sea para exigir que se pongan de rodillas, que desaparezcan del mapa y cuando lo hagan pedirán que vayan a la cárcel quienes se atrevan a apoyar a aquellos que ya no atentan. Posiblemente pueden hacerlo en cualquier playa del Mediterráneo, creando un clima doble con los atentados de Barcelona, pero se mantienen en calma aunque el gobierno no mueva un dedo para resolver definitivamente el problema.

            ¿Le va bien al PP el recuerdo de ETA? ¿Da votos no ceder ni un paso con quienes un día provocaron muertos defendiendo, para mi erróneamente, sus ideas? ¿Qué sería de la asociación de víctimas si se intentan cerrar las heridas? ¿Somos mejores que Inglaterra o Colombia con la intransigencia con que tratamos a quienes ya abandonaron la lucha armada? Los votos de la España profunda van cayendo en las urnas de un partido cerrado al dialogo y que no quiere aprender de otros países que solucionan sus conflictos.

            ¡Y SON CAPACES DE APLAUDIR ESTOS PROCESOS DE PAZ!

            ¡QUÉ MORRO!