domingo, 22 de abril de 2018


ES PRIMAVERA, LA TIERRA RENACE
Un Planeta con vida exhuberante a punto de fallecer…
Y los gobiernos y los potentados haciendo caja con su muerte.
No quiero que me roben el renacer de mi estación favorita.

                       Resultado de imagen de fotografia de una ciudad muy contaminada
  
            Hoy es algo así como el cumpleaños de la Tierra, todos hablamos bien de ella, la miramos con cariño, pero durante todo el año entre unos y otros vamos terminando con su salud a fuerza de darle disgustos con la superpoblación, los aviones, los coches, las bombas y el ataque sin piedad a sus zonas verdes. No nos preocupamos porque todavía queda aire para nosotros, porque el agua sale sin esfuerzo de nuestros grifos y nuestras playas aún no han sido inundadas por el deshielo de los polos.
            Dejamos que nos gobiernen descerebrados que buscan hacer caja sin preocuparse de mantener con vida a quién, el Planeta, les permite sus barrabasadas. Inventan tantas cosas que nadie duda que el petróleo es sustituible por material no contaminante en el momento que las grandes fortunas lo decidan, pero prefieren que nos sintamos muy culpables con nuestro coche que funciona con gasoil (que casi nos vendieron como ecológico y de bajo consumo) o con las bolsas de plástico o las materias reciclables.
            Evidentemente somos tantos millones de personas que contaminamos en exceso y debemos contribuir a que se prolongue la enfermedad de la Tierra evitando, en lo posible, hacerla más daño. Pero son los dueños del mundo, los mismos que controlan el poder político, las bombas y el petróleo, quienes tienen en sus manos el antibiótico adecuado para detener la enfermedad y están muy lejos de poner en práctica el remedio. Prefieren ir construyendo lugares habitables en otros planetas o refugios bajo tierra que prolongar la vida que han recibido sin pagar nada.
            Aún nos queda sentarnos en el bosque, junto a un río lleno de vida, a contemplar cómo llega, rutinaria primavera, la vida a las plantas y los pajarillos cantan contentos ante una vida regalada. Respirar hondo, dejarse acariciar por el sol y esperar que al año que viene podamos volver a sentir el placer de vivir junto a la naturaleza. Mejor sonreír y admirar el equilibrio de cuanto nos rodea que pensar en lo que son capaces de hacer los poderes que gobiernan la Tierra. Esperemos que alguien comience a tomarse en serio que estamos en peligro y le creamos quienes votamos pero parece que es más fácil dejarnos convencer por el Niño Maravillas o por Trump....

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