SI LAS MONJAS HABLARAN…

El problema de los célibes es más grave que cuatro casos.

Me admira que nadie hable del machismo de la Iglesia.

El infierno espera a quién cuide alimentar sus instintos básicos.

                  

             Admira el silencia que en torno a la sexualidad ha rodeado a la Iglesia. Se ha preocupado de declarar pecados mortales cuantos temas tengan relación con ella y se silenciaban las consecuencias. Los curas, condenados al celibato para ganar la gloria eterna, transitan por su sexualidad cual angelitos que no admiten ni un bonito pensamiento. No solamente se han hecho daño a sí mismos sino que con sus doctrinas han contribuido a muchos de los problemas que hoy soportamos por nuestra educación.

            El tema de las monjas, con su sexualidad incluida, está en el más absoluto silencio. Un capellán a dos velas y treinta monjas confesando pecados en sus oídos para ser perdonadas. Director espiritual de personas privadas quizá voluntariamente de desarrollar una vida normal para, dicen, casarse con dios y llegar también a la vida eterna. Situaciones dantescas en miles de conventos donde el macho tiene el poder de perdonar y la potestad de dirigir y apacentar el rebaño.

            La otra vertiente que admira es el silencio sobre el machismo que impera en la institución eclesiástica y en las doctrinas que han ido trasmitiendo durante siglos. La mujer encerrad en la cocina, fiel servidora de su esposo… y 10.000 zarandajas más que conviene ir olvidando pero que aún forman parte del inconsciente de muchas personas. Vivimos tiempos de reivindicar derechos de la mujer y en la iglesia están privadas del sacerdocio porque no deben tener poderes para llamar a su dios a la hostia y consagrarla y mucho menos capacidad para aconsejar a los pecadores sobre el camino de regreso a la salvación.

            Esta tan llena de silencios, de historia podrida, de machismo y de amigos peligrosos y poderosos que sorprende  que aún dirija la educación con el beneplácito de la mayoría de la población española y de muchos otros países. Ningún partido se atreve a rozar sus privilegios y hasta pueden pensar que ni con Franco vivían también… y vivían de puta madre.

            A ver si comienzan por los abusos de unos pocos a menores y se abre el libro de los horrores… Y si algún día las casas de prostitución tuvieran libro de entradas...