domingo, 10 de febrero de 2019


YA FLORECIERON LOS ALMENDROS
Esperemos que llegue muchos años la primavera.
Ya que la cigüeñas llegan contadas por San Blas.
Una belleza ver como la tierra promete cosechas…

                         Resultado de imagen de fotografias de campo verdes con almendros florecidos

            Con el problema del cambio climático y los sustos que nos dan el viento, las lluvias y las temperaturas cada año mi paseo esperando la primavera es más bonito. No dejo de mirar el verde que colorea los campos, las flores de los almendros y el vuelo de los pájaros apresurándose a preparar el nido para sus polluelos. Quizá el próximo año se aceleren los cambios y me roben parte del maravilloso secreto que regala estos días la naturaleza.
            De momento las promesas están en los árboles, en la tierra, en los animales que es hora de abandonar el letargo invernal porque llega la primavera, el calor y una nueva vida con hojas y flores, sin el marrón del frío y con un sol que invitará a nuevas criaturas a crecer en el calor y bien alimentadas. No ha pensado que un amigo tan aconsejable tenga enemigos que pretendan acabar con ella.
            Aún molesta el viento, de vez en cuando aparece la nieve con reservas de agua, el frio mantiene abrigados los cuerpos pero ya algunas cigüeñas volvieron por San Blas para acompaña a las que se quedan todo el año y mis paseos por el campo vuelven a encontrar florecidos los almendros. Es hora de podar las ramas para que una vida nueva brote con fuerza y las hojas verdes alegren las ciudades.
            Allá en el polo norte los osos son menos optimistas. El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta en buena medida como consecuencia de la combustión de energías fósiles por los seres humanos en un planeta superpoblado. Cada día deben nadar más quilómetros para llegar a las focas y su vida corre peligro de no tener hielo suficiente para esperar el invierno.
            Pero nadie va a estropear, de momento, nuestras estaciones y seguiremos paseando entre flores cargadas de promesas mientras se acerca lentamente en el verdor de los campos una nueva primavera. Es tiempo de sonreír, de disfrutar estas cosas que no se tuercen en cada esquina y que han estado llegando puntuales durante siglos a su destino.
           

No hay comentarios:

Publicar un comentario