viernes, 22 de marzo de 2019


DÍA MUNDIAL DEL AGUA
Más de 2.000  millones de personas no tienen agua potable en casa.
4 de 10 tenemos servicios sanitarios mínimos en las viviendas, 4,5 mil millones no.
Un tesoro no compartido que cuidamos muy poco nosotros.
                             
                            En las guerras, hay más niños que mueren por causas relacionadas con el agua que por la violencia

            Estamos tan acostumbrados a vivir en la comodidad, con los servicios mínimos atendidos para toda la población, que ignoramos que existe esa otra parte del mundo que consume agua no potable y no tiene un mínimo de higiene posible. Se ponen los pelos de punta cuando vemos los kilómetros que tienen que hacer para encontrar agua sana para evitar las enfermedades que el agua no potable provoca. Olvidamos constantemente la suerte que tenemos de haber nacido en esta parte del mundo donde el dinero permite hacer olvidar que existe un mundo (siempre allá lejos en China o en el África Subsahariana) en que mueren las personas sin necesidad de bombas ni desastres naturales. Mueren en el olvido, ignoradas por un primer mundo que tiene medios para que esa parte de la humanidad no carezca de lo básico… pero pasa del tema.
            No valoramos el grifo abierto, la ducha reconfortante, el baño calentito, el servicio al lado para unas prisas o un vaso de agua en la mesa para comer. Nunca pensamos que esas cosas que se han conseguido pueden volver a faltar si continuamos amenazando a la Tierra y su equilibrio, si seguimos ensuciando sin miramientos nuestras aguas y atacando sin compasión el clima que nos rodea. Los abuelos salimos de pueblos sin agua en casa, con baños semanales compartidos con los hermanos y los servicios en la cuadra de las vacas y nunca echamos en falta otra cosa porque no sabíamos que existía. Hoy nos encargamos con las televisiones que todo el mundo de necesitados del otro lado conozca nuestra forma de vida y sueñe con huir de su pobreza.
            Los gobiernos gastan miles de millones en proyectos, en reuniones, en promesas, pero las personas siguen sin tener acceso al agua potable porque ya llegará en el 2030, cuando millones de persones estén en la tumba por la falta de este líquido precioso.
            Sonrío con mi suerte y reniego de nuestra sociedad egoísta que ignora a esos miles de millones de personas que carecen de lo básico, una comida sencilla y un agua que no mate. Quizá olvidamos hace mucho tiempo que no todas las personas son seres humanos… y lo malo es que solamente los gobiernos prepotentes de occidente tienen capacidad para solventar el problema y los ciudadanos olvidamos luchar para que se reparta un poco la suerte con las otras personas que habitan el Planeta.
            Quizá mi escala de valores esté oxidada desde mi nacimiento…
           

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