CLUB DEPORTIVO ESCOLAR CAN ORIACH
12 CALVET ESTRELLA
Aquellos palos de la luz del patio del Roureda duraron poco tiempo y la actividad nocturna de baloncesto se trasladó al Calvet. José Ramón y unos maestros amigos consiguieron que, entrando por una calle lateral, disfrutáramos de aquellos dos focos colgados en el exterior del techo del gimnasio. Allí se trasladaron también con el tiempo la mayoría de los partidos de los domingos.
Éramos un barrio que no tenía buena fama y los árbitros venían asustados, acostumbraban a tener reacciones desorbitadas y las multas y las sanciones no nos eran ajenas. El poco público que asistía tenía un lenguaje propio que podía intercalar elogios con amenazas, evidentemente éramos parciales porque queríamos que nuestros equipos ganaran y más si eran de Sabadell...
Can Oriach - C.N.Sabadell
Diari de Sabadell 28/10/198
Los jugadores que el sábado se comportaban de una forma excelente no eran tan fáciles de controlar en sus protestas ante equipos de fuera. Algún día los árbitros y la mesa se largaron al descanso del primero de los tres partidos de aquel día y tuvimos que sustituirles una persona de cada equipo. Pero había cuatro partidos cada semana durante años por lo que las anécdotas confirman que no éramos tan peligrosos como nos pintaban, siempre exigiendo que estuviera la policía para asegurar el orden ¡como si fuéramos delincuentes reincidentes!
Los equipos masculinos y femeninos que jugaban en las competiciones del ayuntamiento fueron los que formaron los equipos federados. Crecieron de forma natural a la vez que se hacían mayores y aquellos adolescentes se convertían en jóvenes en edad de trabajar, de ennoviarse o de ir al instituto. En aquellos tiempos el deporte femenino era más habitual en colegios de monjas y que nosotros tuviéramos cuatro equipos federados masculinos y cuatro femeninos ya hemos comentado que quizá solamente el Joventut de Badalona tenía esta igualdad. Hace cuarenta años la mujer no tenía la consideración social que tiene hoy en día por eso es más de resaltar lo conseguido por aquellos jugadores-monitores.
El patio del Calvet era el centro del baloncesto federado del club y el bar Frasquito, en aquella recién conquistada a la especulación inmobiliaria plaza del Pino, el lugar de reuniones y recogida de loterías, actas y resultados. Me han comentado que aún tienen algunos de nuestros trofeos así que pasaré un día a hacer una coca cola para verlos que ya no estoy para cubatas y cervezas...
Elías, muchas gracias por el relato, lo he leído todo del tirón y es una pasada.
ResponderEliminarRecuerdo un dia que vino anpitar un hombre ya "curtido" y en el. calentamiento decidió que no se jugaba, por sus "bemoles" allí no iba a jugar nadie. Se me ocurrió llamarle Francisco Franco y llamó a la policía. Jugamos sin él, que se marchó, los 3 partidos.
ResponderEliminarNos estás haciendo mayores.
Porque naci tan tarde, que historias más bonitas siga así Don Elias
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