viernes, 18 de febrero de 2022

 

        CLUB DEPORTIVO ESCOLAR CAN ORIACH

                                    18 NO EXISTÍAMOS

        Si recordamos la anécdota del concejal de deportes de ayuntamiento de Sabadell sobre la inconveniencia de 100 motos en un cross seremos conscientes de la decisión de ignorar la movida de Can Oriach y el desconocimiento que tenían de lo que para el Consejo Superior de Deportes o para la Caja de Ahorros de Sabadell era digno de mención muy especial, como hemos informado la presente recopilación de recuerdos. El deseo de conseguir nuestra desaparición fue un viacrucis de 6 años en los que se fue intensificando especialmente cuando comenzaron las dificultades presupuestarias en nuestro club. El PSUC, en su afán de controlar el deporte escolar, olvidó animar y dar soporte al Club cuando lo necesitó. Una deuda que no podrá saldar…

    La página del Diario de Sabadell de 1984 tiene un artículo a su derecha, “Apuntes”, que es lo más claro que he podido encontrar del poco respeto que se tenía en el centro de Sabadell por la labor escolar y federada del baloncesto en Can Oriach. El articulo habla de la gran labor de promoción de los centros privados y del Club Natación Sabadell del deporte escolar pero ni una sola palabra de los 40 equipos que cada sábado paseaban por las calles de nuestro barrio. O no sabía que Sabadell llegaba al bosque de Can Deu o existía una predisposición a ignorar lo que sucedía más allá de la vía del tren.

    Al hablar del deporte federado únicamente habla de “las chicas del EQUIPO (las mayúsculas son mías) de Can Oriach” cuando en la misma página del diario aparecen cinco crónicas de partidos de esa semana de equipos federados y no figura el equipo que menciona el sabio articulista. No debía leer el Diario de Sabadell. Era un artículo sobre baloncesto y acepto que no hablara del balonmano del Club pero lo de la parcialidad que se percibe en todo el artículo muestra que un deseo de ignorarnos y de minusvalorar el trabajo de muchas personas que aparecían en esa misma página.

    Todas estas cosas contribuían a que la vía aún no había dejado de ser una barrera que separaba Sabadell de aquellas más de 30.000 personas que vivíamos al otro lado.

    Entre todos consiguieron que se debilitara sensiblemente el Club ante instituciones como el Consejo Superior de Deportes e hiciera más difícil conseguir dinero de otras entidades.

    Ayer subí a Can Oriach. Paseé por una avenida Matadepera, muy concurrida y llena de luces y negocios. ¡Cómo ha cambiado el barrio! Pasé delante de los patios del Miguel Hernández con una iluminación tan buena como la de las pistas de atletismo o del campo del Sabadell. ¡Qué envidia! Entré en el bar del Frasquito y ya no quedan trofeos que ver sino una plaza del Pino repleta de clientes que ignoran su soledad descarnada con solo unas flores en el centro. ¡Pero no construyeron otros pisos! Y acabé contemplado un pabellón, escandalosamente perfecto, que soñamos durante años poder disfrutarlo. ¡Cuánta actividad desperdiciada! Pasé por La Planada y Can Deu sintiendo más cerca los recuerdos y que Can Oriach sigue siendo mi barrio, mi pueblo.


1 comentario: