UN PRESINDENTE EN UNA CHABOLA
“La vida es un milagro. Nada vale más que la vida.”
Ayer al ver a un hombre de 90 años,vestido de agricultor, aplaudir a su compañero de partido político que será el próximo presidente de Uruguay, volvieron los recuerdos de aquel presidente que vivía en una chabola, con un coche muy viejo y que entregaba el 90 % de su sueldo para las personas necesitadas: JOSÉ MUJICA.
En los años sesenta, integró el movimiento guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, por lo que estuvo prisionero entre 1972 y 1985. Su último período de detención duró trece años. Fue uno de los dirigentes tupamaros que la dictadura cívico-militar tomó como «rehenes», lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas.
Elegido presidente de Uruguay gobernó el país entre 2010 y 2015.
Había participado en enfrentamientos armados donde en una ocasión fue herido de seis balazos. Apresado cuatro veces y, en dos oportunidades, se fugó de la cárcel. Un terrorista para siempre dirían algunos o lo incorporararían a la sociedad como en Irlanda. En Uruguay le hicieron presidente y se convirtió en una persona admirada por su vida austera y su humildad, aparte de gobernar pensando en las clases humildes.
Mujica y su esposa viven con gran sobriedad, desde hace décadas, en una chacra en la zona de Rancón del Cerro, donde se dedicaron al cultivo de flores flores como actividad económica. Acabo con algunas de sus frases que hablan de su filosofía de la vida.
Con los millones de dólares en el mundo se gastan en presupuesto militar decir que no hay plata […], decir que no hay recursos, es no tener vergüenza.
"Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir".
Vivir mejor no es solo tener más, sino ser más feliz.
La vida se nos va. No tiene sentido gastar la vida pagando cuentas, llenándose de cosas.
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