jueves, 7 de febrero de 2013


RECUERDO CUANDO EL CARNAVAL ERA UNA PROTESTA
Los estudiantes, faltaban muchos, defendían una mejor educación.
El PP no hacía ni caso y pasaba a intentar imponer los toros en Catalunya.

                               Manifestaciones en decenas de ciudades para cerrar la huelga de estudiantes   

            Hoy es dijous gras o también el día de la tortilla. Es tradicional la botifarra d’ou (butifarra de huevo) y la coca de llardons (torta de chicharrones) en Catalunya. Son costumbres que se van perdiendo pero marcaban en el calendario el inicio del carnaval. Se acerca la cuaresma, el próximo miércoles es miércoles de ceniza, y corría prisa comenzar la juerga antes de que la iglesia impusiera la cuaresma y la penitencia.
           Hay otras partes de España dónde también existen costumbres parecidas. Yo para no faltar a la costumbre me he disfrazado con mis compañeras de gimnasia pero eso será tema del próximo martes porque no tengo la foto para presentároslas. A mi me gustó siempre más la juerga que el disfraz pero cuando los años ya ponen limitaciones podemos aceptar huir un poco de la rutina con una pequeña mutación exterior.
           Estuvo tan mal visto por las religiones y el franquismo el carnaval que creo que por eso se me hace simpático al recordar aquella forma de rebeldía que significaban estas fechas. Hoy ha estado marcado por estudiantes que salían a la calle para protestar por la reforma de Wert mientras todas las autonomías del PP pasaban por el aro.
           Es una reforma discriminatoria, que atenta contra la enseñanza pública, deja fuera del sistema a muchos estudiantes válidos, intenta romper el equilibrio de las autonomías en educación y, sobre todo, no atiende los problemas eternos pendientes: detectar los problemas de los alumnos de forma precoz y atenderlos, aclarar las competencias básicas a trabajar, mantener la ratio en los centros y prestigiar al profesorado.
          Me parecían muy finas y festivas las manifestaciones de los estudiantes, no digo que tengan que destrozar el mobiliario urbano pero habrá que pasar de tres días sin clase a una implicación multitudinaria en las protestas.
          En eso de españolizar Catalunya ya tenemos otro frente abierto. El PP declarará las corridas de toros como Bien de Interés Cultural y pasará, según ellos, a ser competencia del Estado. Yo no soy antitaurino, y me gustan los toros, pero el PP tiene la extraña virtud de buscar votos donde más duele y eso toca las narices. Ya consiguieron otros miles de independentistas, son como niños.
          Mejor disfrazarse para intentar cambiar por unos días nuestras preocupaciones y nuestra rutina. Unas buenas risas, con tortilla o butifarra, siempre son bienvenidas.


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