domingo, 8 de septiembre de 2013

ME GUSTA IR AL COLEGIO, NO SOLO MIS COMPAÑEROS
Ya es hora de contar secretos, hay muchas cosas que nos gustan del cole.
Son muchas horas las que pasan allí los alumnos y no todas las clases son malas.
Mañana antes de las nueve, en muchas ciudades, se acabara la calma y llegarán las prisas y el descanso para muchos padres y abuelos.

                              
  
            El viernes, un poco antes de la nueve, paseaba por mi barrio. Se escuchaba el silencio, los que trabajan ya hacía tiempo que andaba a los suyo, los parados aún no se habían puesto al sol y los niños no necesitaban que nadie les acompañara al colegio porque seguían de vacaciones. El arrullo de las palomas, tranquilas en su perpetuo movimiento convulsivo, era el único acompañante de mi paseo matutino.
            Mañana en muchas poblaciones, y el jueves en otras comenzará, el curso para los más pequeños. Los abuelos comenzarán a tener obligaciones extras, muchos padres en el paro acompañarán a sus hijos, aunque seguirán siendo las madres las que mayoritariamente se encarguen de preparar y supervisar el inicio de curso. Los coches se agolparan a la puerta de los centros, los niños jugarán o llorarán en el camino y las palomas verán como se oculta su arrullo tras el griterío de los niños.
            Cuando hacen las entrevistas en la televisión o en la radio todos contestan que están deseando volver porque quieren ver a sus amigos. Me da la impresión de que estamos vendiendo que los Centros educativos son como cárceles insufribles donde lo único que vale la pena son los colegas. No les dejamos decir que quieren volver a leer cuentos, a escuchar historias, a escribir poemas o a dibujar lo que su imaginación les explica, no les escuchamos hablar de que les gusta cantar, hacer manualidades, aprender matemáticas (es la gran castigada) o jugar con los compañeros en clase de Educación Física. Tampoco les dejamos que nos digan que quieren ver a su profe o a su seño porque la quieren mucho y la echan de menos.
            Parece un niño/a cursi y repipi quién dijera todas esas cosas que he escrito y que me parece que son las más normales del mundo y que muchos las disfrutan durante el año. No ayudamos mucho a crear un ambiente que valore el trabajo que se realiza en las aulas y año tras año tengo la sensación de que crece esta actitud de rechazo implícito a los contenidos educativos.
            Los padres han comprobado lo difícil que es mantener cerca de ellos a los niños todo el verano y acaban agotados con sus pocos hijos pero no se enfadan mucho cuando sube la ratio de las clases y los profesores tienen que atender y mimar cada día a más alumnos. Sería tan bonito que alguien hablara bien del colegio…
            Mañana se sentirá ruido alrededor de las nueve y está noche algún niño le contará a la luna, que ve por su ventana, que le gusta estudiar, cantar, escribir, leer, jugar y que quiere mucho a su profesor/a y está deseando volver para pasar un curso feliz haciendo todas esas cosas con sus compañeros. Será un secreto pero desearía que algún año muchos niños comenzaran a revelarlo….

            

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