domingo, 1 de septiembre de 2013

SIRIA, TIERRA OLVIDADA
No se puede demostrar su culpabilidad pero han decidido atacar…
Para aligerar el dolor en vez de alimentos les quieren enviar bombas que tienen la virtud de matar pero sin productos químicos… en el acto.
                                                  
                        
          Ha pasado una semana de provocaciones al régimen de Al Assad de Siria. No se entiende que Estados Unidos anuncie un ataque con dos días de antelación para que el gobierno sirio pueda esconder sus armas o colocar escudos humanos que hagan patente la carnicería que supone disparar a distancia. Luego dijeron que atacarían este fin de semana pero les ha debido dar pereza y Al Assad ha mantenido la calma sin atacar antes de ser atacado.
Han dejado en ridículo a la ONU, diciéndole que no pinta nada y que no van a esperar sus conclusiones ni el veto del Consejo de Seguridad, que EE.UU. utiliza cada vez que se intenta condenar el imperialismo israelí. Son como niños, necesitados de la guerra por sus industrias armamentísticas y por la presión de los países con intereses en que no funcione el gaseoducto que traería a Europa un Gas más barato, léase Arabia Saudí y Turquía. El dinero judío, que domina el mundo, necesita países débiles alrededor de Israel.
Hoy sale todo un vicepresidente de la nación que puede destruir el mundo y dice que tiene pruebas de las armas químicas porque los rebeldes han recogido unas muestras de muertos en suya sangre y cabellos existen restos de gas sarín. Ya está, demostrado. Las pruebas las recogen los rebeldes, no controla nadie las muestras, no las enseña, se sabe que los rebeldes tienen armas químicas y que son capaces de explotarlas en su propio territorio para forzar la intervención directa de occidente…pero todo eso son inventos del gilipollas de Al Assad, que cuando tenía ganada la guerra utiliza lo único que Barack Obama le había amenazado con no tolerar…
La solución es de risa. 100.000 muertos provocados por apoyar a los rebeldes, cinco millones de personas huyendo de sus casas con la nada en sus bolsillos y la destrucción y el hambre invadiendo el país por todos los lados imaginables. Contra todo esto en vez de alimentos le mando unas bombas para que sean menos, destruir mejor el país que reconstruiré y, no se preocupe, no quiero derrocarle, sólo tocarle las narices y debilitarle.
Han creado una tensión comparable a los peores momentos de la guerra fría y se van a dormir prometiendo que tarde o temprano atacarán… Lo han decidido ellos, el culpable y el castigo, son los putos amos en cuestiones de matanzas organizadas en nombre de la democracia…

Nota: Rajoy, de vacaciones aún, sonríe beatíficamente…
            Los japoneses no saben como decir que están contaminando el mar para siglos y todos callados porque las centrales nucleares son angelitos que nunca van a pecar…

            Por la mañana quiero sonreír porque hemos llegado a setiembre sin ataque a Siria, sin discos duros, con la ilusión de que nos bajarán los impuestos aunque no sea verdad y con la certeza de que las pensiones van a temblar cuando las acaricie el Partido Popular…

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