BÁRCENAS DICE LA VERDAD
Pero solamente si hablan los
sobres o los billetes de 500 lo podrá demostrar.
El PP comienza a tener miedo a
las encuestas, pronto ya no les importará ni la economía.
Ayudas,
subvenciones, control de la prensa y la televisión, todo lo imaginable para
seguir disfrutando de esa mayoría absoluta que les hace sentirse dioses.
Comienzan
a aparecer encuestas que predicen que Pinocho y compañía comenzarán a pagar sus
reiteradas mentiras, sus incumplimientos de programa y la sarta de delitos
clandestinos que han llevado a cabo con la suavidad de los sobre llenos de
billetes de 500. Cuando se escucha a Barcenas hablar desde la cárcel todos los
españoles, menos Pinocho y Cospedal,
saben que es verdad casi todo lo que dice de los otros aunque también piensa
que calla muchas de sus tropelías.
Posiblemente
no se lleguen a demostrar los delitos de empresarios, en connivencia con políticos
baratos (pero chorizos), para conseguir favores de las administraciones a
cambio de comisiones. Todo se quedará en tú dices eso y yo lo niego y como en
la habitación estábamos tú y yo solamente si cantan los sobre de 500 podremos
aterrizar en alguna conclusión. Pero estamos en política y no en un juzgado y
los políticos no solamente deben demostrar su no culpabilidad sino su
inocencia. Las dudas deberían devolverles a sus casitas porque no queremos que
gobiernen personas de dudosa reputación a los que acusa el puto jefe de las perras
del partido durante muchos años.
Han
estado tapando con los EREs andaluces, con el independentismo catalán, con
Gibraltar, con Wert, Monago y una legión de meapilas la financiación ilegal del
PP y, a fuerza de liarlo todo, estamos seguros que conseguirán salir airosos
en cuanto suelten a Bárcenas. Deben darse prisa porque las encuestas comienzan
a retirarles la mayoría absoluta y hay pocos partidos dispuestos a juntarse con
ellos para gobernar. Su endiosamiento les ha dejado solos en la cumbre de su
olimpo.
Todavía
tienen muchas armas: el fútbol, Belén Esteban, el hijo de Sánchez Camacho, el
final de Manolo Escobar, los toros, los Jurado. Sirven para calmar la tensión
de la pobreza, del paro, de los desahucios, de las preferentes, del
independentismo o de ETA en los medios de comunicación pero llegará un momento
en que alguien tiene que recordarles que cada día se vive peor en este país,
que el trabajo es más inestable y peor pagado, que los impuestos nos ahogan,
que el despido es muy barato, que la sanidad es más cara y que la educación pública
está maltratada y secuestrada.
Cuando
la banca nos sangra con sus comisiones, patrocinan eventos y equipos deportivos
las cajas, viven de puta madre los políticos, no se reducen gastos suntuarios
ni en el Gobierno central, ni en los autonómicos ni en los ayuntamientos
sabemos que ni la luna llena quiere escuchar nuestros lamentos.
Paseaba
bajo la luna llena, había luz en la noche, allá en lo alto su redondez tenía un
aire de promesa de futuro que me guarde para dormir con el sueño de que todo es
posible a pesar de tantos inútiles, chorizos e incompetentes…
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