domingo, 20 de octubre de 2013

ESPAÑA DEJARÁ DE SER CATÓLICA
Cada domingo tienen menos clientes y ya existen ateos valientes que pasan de los ritos como el bautizo, la comunión, el casorio o el entierro bajo la protección de la santa madre iglesia.
Solamente piensan en evangelizar a los otros, a mi me molesta que tengan tanto interés en salvarme. No me importa que se salven ellos solos.
                        
  
            Casi todos los que me leéis sabéis que nací en un pueblo muy pequeñito de Burgos, hoy casi deshabitado. No tengo pueblo. Cuando yo vivía allí todos iban a misa el domingo menos una persona que trabajaba ese día y que era considerado rojo, ateo, mala persona e inquilino fijo del infierno cualquier día. En el resto de España se ejercía una presión similar sobre las personas y aquella España, que según Azaña había dejado de ser católica, volvía a ser devota meapilas de los dogmas que imponía la iglesia que apoyó a Franco.
            Vivo en Sabadell, unos 200.000 habitantes, y conozco especialmente uno de sus barrios, Can Oriach. Can Oriach tiene más de 40.000 habitantes y una iglesia de confesión católica que nunca se llena si no se digna pasar por ella algún muerto popular o alguna boda supernumerosa. Se podría decir, con Azaña, que después de muchos años España ha dejado de ser católica en muchos lugares aunque intenten adoctrinar en los colegios y en los medios de comunicación social.
            He ido a una misa de obligado cumplimiento en un barrio muy poblado. Éramos 33 personas más un cura medio joven que inspiraba lástima. Si quitamos al sacristán y a los que como yo estaban de paso se quedan en 25. La media de edad superaba los 70 años, lo que es más propio de un asilo que de las fiestas de la juventud que nos venden en la televisión.
            Con la que está cayendo en el mundo y en el país el cura ha gastado su tiempo en hablar de la necesidad y la bondad de hablar con dios. Ni una alusión a la realidad y una sarta de cánticos de lo bello que es el cielo, lo feliz que hace la compañía del señor y de lo buenos que son los misioneros porque van por el mundo consiguiendo nuevos bautismos. Evidentemente no se olvidó de pedir dinero para ellos, me gustaría sospechar que dejaría algo en el vaso de mendigo que pedía ayuda en la puerta.
            Sus colegios religiosos forman las élites de esta pseudodemocracia con los hijos de las familias ricas, ellos calman a los mayores con la promesa del cielo alcanzado a través de la oración, si se implican en la realidad es para imponer a quienes no lo desean sus dogmas doctrinarios (homosexuales, separados, abortistas o resignación a quienes claman por la justicia).
            Evidentemente he salido contento de la iglesia porque les quedan cada día menos clientes. Espero que lentamente los bautizos, comuniones y entierros religiosos comiencen a ignorar el fariseísmo social de los eventos y se celebren otras cosas como:
-         Fiesta porque tenemos un hijo y estamos contentos.
-         Fiesta porque mi hijo se ha graduado
-         Fiestorro porque mi hijo ha comenzado a trabajar.
-         Despiporre porque quiero compartir con vosotros el amor que tengo a mi pareja.
-         Reunión de los amigos para despedir a la persona cuyo cariño compartíamos.
Existen personas católicas que se preocupan de los necesitados, como existen personas ateas que colaboran en silencio con los bancos de alimentos. Mi cabreo es con la jerarquía que mantiene su dogmatismo, su intransigencia y su afán de dominar una sociedad que lentamente se aleja de los principios de la Cruzada.

            

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