lunes, 7 de octubre de 2013

HACEN TRAMPAS CON LAS MEDALLAS DE LOS MINUSVÁLIDOS
De un equipo de baloncesto que participó en unos paralímpicos 10 jugadores no tenían ninguna minusvalía. Ganaron el oro.
Las medallas conservan poltronas de directivos pero no siempre ayudan a mejorar la práctica deportiva de las personas.
Sin deporte de base me sienta muy mal cada medalla que conseguimos.
                       
                                          
             Hace ahora 13 años un equipo de baloncesto español ganó la medalla de oro en los Paralímpicos de Sidney. De aquel equipo, de 12 jugadores, solamente 2 eran personas con minusvalías físicas, psíquicas y sensoriales. Todo ha quedado en silencio y se ha cerrado el caso ahora con una multa de 5.400 euros al expresidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados.
            Siempre me ha parecido bien que se potencien las actividades que hagan agradable la vida a personas con discapacidades y mucho más a través del deporte por lo que de sano puede conllevar. Cuando los Juegos Paraolímpicos en España pasaron a ser una cuestión de medallero y de élites dentro de los minusválidos comenzó a gustarme menos y, finalmente, dejo de ser de mi agrado.
            Ahora se ha demostrado que no les importaba hacer trampas con tal de conseguir subvenciones para unos privilegiados. Canchas de baloncesto adaptadas que después ha resultado que los jugadores dejaban sus sillas de ruedas a falsos discapacitados. La imagen de falta de respeto al espíritu de estos juegos es de las más nefastas para la historia del olimpismo en nuestro país. Tantas medallas con las que barríamos al mundo han quedado en entredicho porque se acabó olvidando que las inversiones eran para regalar ilusión y esperanza a personas que necesitan ambas. Las trampas no estaban en el catálogo de los objetivos pero fueron utilizadas con asiduidad y maldad.
            La otra reflexión que  me viene enseguida a la mente es que esto sucedió en el año 2.000 y estamos en el año 2.013. Se denunció y se demostró, por un periodista que se infiltró, el engaño y se han tardado 13 años en dictar sentencia. Algo no funciona en este país cuando un hecho manifiesto y demostrado tiene que esperar 13 años para acabar en un pacto y ser noticia de páginas interiores.
            A quienes amamos el deporte y más el baloncesto nos duelen estos hechos. A quienes pensamos que debe haber medios para que las personas discapacitadas puedan vivir de la forma menos dura sus minusvalías estas trampas nos parecen sangrantes. Pero que los culpables no sean condenados o se escapen de rositas con una pequeña multa nos indigna, después de muchas tropelías anteriores se les pesca y se tarda 13 años en pactar con ellos unas penas de tebeo que no hace reír sino reventar las lágrimas.
            La justicia no es igual para todos, cuando las personas son influyentes o interesa al poder (político o económico…no digamos si es eclesiástico) los procesos se eternizan, se enfrían y se olvidan, cuando los pobres desgraciados caen en su poder se dan prisa a juzgarlos y enchironarlos (puede ser un ladronzuelo o un manifestante…).
            Odio la medallitis de este país. Ignoran el deporte de base, o lo cobran, no existe el deporte universitario y únicamente quieren unos cuantos deportistas que con sus medallas aseguren sus poltronas de directivos ineficaces. No es el deporte que necesita una sociedad, el de unos pocos mientras otros tienen que pagar para mantener a raya su obesidad… Educar en una vida sana que tenga un componente deportivo ya no necesita de las medallas de Nadal o de los mundiales de fútbol pagados con primas de oro, se necesita otra idea pero la prensa no está por la labor de educar al personal y los que se encargan de educar hace tiempo que no tienen este objetivo porque no se controla en las pruebas Pisa.
            Si hacen trampas con los minusválidos… os podéis imaginar…
            Mañana iré al gimnasio con mis compañeras y pasearé bajo el sol de una mañana otoñal. Cuando llega la vejez nos hacemos más conscientes de la necesidad del ejercicio porque el cuerpo comienza a pasar factura del desgaste de los años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario