NADIE
CONTROLA A LOS ESPIAS
Ellos deciden quienes son
terroristas y entran a escuchar hasta debajo de la cama.
Este dron igual escucha que lanza
bombas, no tiene ni piloto para que le pidamos responsabilidades.
Espero que no estés en la lista de
los que el ministro del interior es capaz de considerar terroristas. La decide él,
dios todopoderoso que vela por la seguridad de todos.
Pienso
desde hace tiempo que todos estamos siendo espiados y que eso de la privacidad
es una gaita que suena bien pero le falta aire. Cuando comencé a ver mi casa y
mi coche en mi ordenador con el Google Earth gratis y mi pueblo, donde no vive
nadie, con su iglesia y sus casas estuve seguro que eran capaces de saber lo
que hacíamos dentro de casa y hasta debajo de las sábanas.
Las
cámaras en las calles, en los cajeros, en las tiendas, en los bares, en las
discotecas, en los conciertos, en las playas… Siempre cuando pasa algo acaban
saliendo imágenes que demuestran que estamos siendo constantemente grabados.
Las conversaciones de los móviles, la localización de donde se encuentran, los
mensajes que borramos… solamente son irrecuperables los discos duros del PP
porque los destruyeron y nadie tiene interés en buscarlos.
El
estado español reconoce que espía a los terroristas para evitar atentados. Lo
peligroso es que, sin orden del juez, vigila a cuantos ellos consideran
terroristas y ya hemos visto que quienes se manifiestan rodeando el Congreso o
se alegran porque se cumpla la sentencia de Estrasburgo son terroristas
confesos. Desconozco cuantos terroristas existen para el ministro del interior
o de justicia pero me temo que los abortistas son asesinos, los
independentistas con monstruos capaces de las mayores iniquidades y quienes
decimos que no fue una transición modélica sino un churro franquista debemos
estar también entre sus terroristas buscados.
Ayer
creo que no me atreví a escribir por si me estaban espiando y venían a por mí.
Guantánamo está lleno de inocentes sospechosos, Irak tiene las cunetas llenas
de inocentes, los drones se cargan a civiles sospechosos por vivir en unas
montañas declaradas inhóspitas y terroristas por los EE.UU. y estos son hechos
conocidos cuando su actividad es secreta. ¿Qué no serán capaces de hacer cuando
no les vemos?
Los
drones, como los satélites, me tienen supermosqueado. Las escuchas solamente
hacen que localizar lo que les interesa espiar. A Francisco por si es un papa
peligroso o a la Merkel
por si tiene un amante, quizá a Pinocho, por si quieren obligarle a algo, también
le tienen bien fotografiado en situaciones poco convenientes. Son indeseables
que para nada respetan la privacidad que cacarean, buscan controlar al personal
y no paran en detalles como los derechos humanos.
Y
son todos los países los que participan de estos malvados juegos. Se rasgan las
vestiduras pero están pendientes de las próximas revelaciones de Snowden por si
sacan sus vergüenzas y sus cambalaches. Le consideran un traidor, un hombre que
pone en peligro al Estado y a la humanidad, parece que sea el único culpable de
todas las tropelías cometidas por los estados.
Esperemos
ser tan insignificantes para no entran nunca en su lista de posibles
terroristas. Con Franco nos podemos ir a vivir unos días fuera de casa mientras
acababan las redadas pero ahora nos localizan de inmediato, somos incapaces de
vivir sin móviles y los móviles son unos chivatos a sueldo de los poderosos.
Antes te detenían y te daban una manada de hostias hasta que cantabas lo que no
sabías, ahora te envían a un dron que primero te fotografía, luego te escucha y
si no le caes bien o estas en una boda multitudinaria te suelta un bombazo y se
acabó la fiesta. Nadie iba montado para ser responsable.
Mi
casa en un barrio de este lado parece que estará, de momento, a salvo.
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