¿NOS CARGAMOS TODAS LAS
LEYES?
La que se aplica a los presos que salen a la calle estos
días vulnera los Derechos Humanos.
¿Pensamos que es lógico apoyar a quienes piden que no se
respeten los derechos humanos?
No me entero: el tribunal de Estrasburgo nos tiene manía.
Llevamos
unos días haciendo apología del terrorismo, hasta las personas sensatas.
Mezclamos conceptos con una facilidad que abruma y están aflorando nuestros más
bajos instintos de venganza y menosprecio por encima de las leyes que nadie se
preocupa por cambiar.
Si
dejamos a estos franquistas teñidos de demócratas campar a sus anchas
aparecerán enterrados en las cunetas los que disienten o se atreven a defender
las leyes que no les gustan. ¿Estamos todos de acuerdo en que cuando uno cumple
su condena debe ser puesto en libertad? ¿Podemos ponernos de acuerdo en que no
se pueden hacer leyes con carácter retroactivo? (A alguien le podrían despedir
por haber fumado en la oficina hace diez años…). ¿Sabemos que estas leyes se
han aplicado siempre, incluido el mandato de Aznar, tan imaculado él?
La
sociedad tiene mecanismos para defenderse de quienes incumplen o transgreden la
ley, sobre todo si son poco pudientes. ¿Creéis que no hay violadores entre los
que lucen camisa blanca y traje a medida? ¿Acaso los abusos sexuales en el
trabajo, los prostíbulos de menores o las empleadas del hogar agredidas son
menos delitos porque no se pilla a los agresores? ¿Alguien piensa que debe
estar en la cárcel Otegui, que no ha matado a nadie y que ha hecho mucho más
por la paz en Euskadi que todos los ultramontanos del PP juntos?
Personas
que han cumplido más de veinte años de condena parece que han estado viviendo
en libertad. ¿Por qué no hablamos del fracaso del sistema carcelario e
intentamos que sea realmente un instrumento para reinsertar a los delincuentes
y no una guardería para liberarnos de los que no nos gustan? Me encantaría ver
a alguno de estos que piden la pena de muerte condenados a ella para que
sintieran que les roban la única vida que tienen.
Estamos
en el S. XXI. Podemos defender la pena de muerte y la cadena perpetua revisable
pero debemos ser conscientes que vivimos en el pasado. Las víctimas no tienen
derecho a cambiar las leyes, son los jueces y el parlamento quienes entienden
de esas cosas. Con esta prensa lacrimógena, vendedora de morbo, que convierte
algunos delitos en una cuestión de Estado sin mirar el gasto improductivo que
producen las actuaciones que inducen. Hay dos o tres personas que se llevan
buscando años y miles de PERSONAS desaparecidas de las que no se acuerda ni dios.
La
ley que se aplicaba a quienes se van a poner en libertad ha sido condenada por
el tribunal de Estrasburgo por vulnerar los derechos humanos (no por seguir a
Zapatero). Un partido como el PP sale a la calle para apoyar que se pisoteen
los derechos humanos, sabíamos que la extrema derecha está escondida bajo sus
siglas pero no que quisieran contárselo a esa Europa a la que económicamente
obedecen.
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