domingo, 6 de octubre de 2013

YO TAMBIEN QUIERO GENEROSIDAD CON LOS PRESOS DE ETA
A los asesinos franquistas les dieron una amnistía total en la transición.
Quizá esos amnistiados deberían pensar en arreglar más que en ilegalizar.
Cada día hay más amantes de las dos Españas y algunos ya se apuntan a que se divida en parcelas para no soportar la vergüenza de ser gobernados por los discípulos de Pinocho.   

                           

            Este país que se ha pasado cuarenta años sin condenar a los asesinos que provocaron la guerra civil, secuestraron la libertad de los españoles y llevaron a cabo una represión bestial sobre quienes defendían el orden constitucional, ahora siguen actuando de la misma manera. La derecha tiene sus partidos fascistas que no son ilegalizados, ocupa lugares públicos con violencia y hay que ponerse de rodillas para que se condenen esos actos, dentro del PP aparecen cada día seguidores de aquel caudillo que nos tuvo en el infierno y no pasa nada.
            Una manifestación en Euskadi a favor de los presos de ETA ha hecho sacar lo más bajo de sus instintos para localizar a terroristas que deben ser ilegalizados de inmediato. Así como creo que hay decisiones que no pueden generarse en un momento de crisis y que con los medios de comunicación incautados por las ideologías cada vez podemos creer menos en la libertad, también opino que no puede silenciarse ni enviarse al paredón la opinión de más de un 15 % que respalda políticas diferentes para Euskadi.
            Irlanda cuando se disolvió el IRA tuvo la generosidad que le falta al gobierno de “nosotros no nos movemos, que se rindan sin condiciones”, llevando a cabo una política penitenciaria que rebajó mucho el enfrentamiento de muchos años. El PP quiere que se rindan, que quienes defienden generosidad con los presos sean detenidos por terroristas, que entreguen las armas (que las tienen y disparan y pueden volver a causar miedo, muertes y daño económico), siguiendo la táctica de Catalunya, radicalizarse para acumular los votos de la España profunda y más conservadora.
            En este país no se condenarán nunca los crímenes de nuestra historia reciente, tampoco se utilizará la razón para cerrar el tema del terrorismo, provocado por un terrorismo de Estado que no tenía nada que envidiar a ETA. El Estado hacía desaparecer personas, a veces con cal viva, y torturaba a quienes disentían del ideario fascista, ETA fue una reacción defensiva a aquellos desmanes de quienes se creían amos del prado y solamente eran ejecutores de un Estado indigno, fascista y asesino. Quizá una vuelta a la democracia más razonable que la maldita transición y sus amnistías  a los torturadores legales hubiera acabado con la historia de ETA en 1975. Quizá hoy se puede ser menos rígidos aunque se pierdan algunos votos, pero aquí se lleva condenar…a los otros.
            Están vendiendo la burra de la recuperación económica mientras van atacando de la forma más burda las libertades de los españoles. No olvidemos que es una mierda 

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