sábado, 9 de noviembre de 2013

EL PSOE ME CABREA MAS QUE PINOCHO
Ellos me han defraudado durante estos años porque esperaba algo bueno de la izquierda.
Siguen mareando la perdiz con ideas peregrinas y propuestas que ignoraron en sus muchos años de gobierno.
Rubalcaba podía comenzar un mea culpa por todos los políticos de la izquierda acomodada e irse a su casa sin primarias.
                        

            Yo que no soy nada amigo de carnets, y que los partidos políticos que he visto me dan urticaria, hubo algunos momentos en que me sentí ilusionado con los cambios que se podían producir desde la izquierda en nuestro país. Hasta llegué a imaginar que la bajada de pantalones de la cacareada modélica transición era una jugada maestra para que el PSOE alcanzara el poder y metiera en cintura a los colaboradores necesarios de los crímenes del dictador.
            Felipe resultó ser un traidor a lo que había prometido, el encantador de serpientes se convirtió en un ser pagado de sí mismo que no se digno respetar a quienes habían soñado con cambios radicales a la muerte de Franco. Inventó la enseñanza concertada, nos metió en la OTAN con calzador, renunció a su izquierdismo y se hizo monárquico (aún no ha dejado de serlo). Se vendió al dinero, a la iglesia y al ejército en vez de irse para casa cuando le obligaron a hacerlo. Las personas se visten por los pies y Felipe fue desnudándose delante de cada institución heredada del franquismo.
            Volvió a hacerme soñar Zapatero cuando prometió retirar las tropas de Irak… y lo hizo. Cuando Borrell parecía alguien capaz de romper con la ortodoxia ví como se lo cargaban en un visto y no visto. Después ya dominaron el cotarro unos señores que eran más de derechas que la derecha, tan sectarios como Rouco en temas religiosos, se cuadraban ante el ejército convencidos de su poder, eran más antinacionalistas que Pinocho y bebían en el agua emponzoñada de la monarquía.
            Rubalcaba acabó con todas las esperanzas de que alguien sea capaz de expulsar del gobierno a la derecha carpetovetónica que Aznar consigue simular como de centro. El congreso de las ideas parece un chiste malo, pequeñas ideas grotescas en un país de parados y lleno de desilusión.
            Saquemos a Franco del Valle de los caídos, que las mujeres cobren lo mismo que los hombres, un nuevo código ético, la genial idea de que no se corte la luz a los que no tienen dinero (nos costará una pasta investigar quienes son), la religión fuera de la educación,… ¿Dónde estaban cuando gobernaban que no cambiaron nada? Son viejos para ilusionar con patrañas a personas que no tienen esperanza.
            Me gustaría que reconocieran la corrupción, la de su partido y su sindicato afín, que denunciaran los privilegios de los políticos, que pidieran perdón por el daño que han hecho a este país y se manchasen todos a casa. Se necesitan ideas nuevas, actitudes claras, sueños realizables, no políticos que mareen la perdiz con cuatro tonterías para acabar en el mismo sitio.
            Hablen de la unión de la izquierda, de los contratos, de los despidos, de cómo piensan acabar con el paro, de cómo evitarán que todo se venga abajo…

            Hoy la luna está pequeña y tiene un cuenco donde tienen cabida los sueños, espero que algunos de los que yo tengo se les contagien a esos políticos acomodados que piensan más en el poder personal que en los ciudadanos de a pie.

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