jueves, 28 de noviembre de 2013

EN CONTRA DE LA CADENA PERPETUA
La televisión está repasando, como el Caso, todos los crímenes de los últimos veinte años para decirnos indirectamente que deben ser de nuevo castigados.
Cumplieron sus condenas y tienen el mismo derecho a la vida que el resto de seres humanos.
Al que deberían encarcelar es a quien, pisando los derechos humanos, aplicó injustamente la doctrina Parot de 2006 con carácter retroactivo.
                       
                                    
             Hoy creo que voy a ir contra corriente porque muchas personas se han posicionado por el castigo extremo y la reclusión perpetua para quienes infringieron de forma muy grave las normas y no respetaron la vida de otros. Yo no estoy a favor de la pena de muerte y tampoco de encerrar a una persona de por vida sin esperanza. Muchos tuvieron la desgracia de nacer en el sitio equivocado, de tener una educación funesta o de soportar una personalidad antisocial, creo que la sociedad puede permitirse intentar reinsertarlos. Lo increíblemente negativo es que las cárceles son escuela de delincuentes en lugar de centro de reeducación… algo habría que escribir sobre que pasa si tienes a una persona bajo tu poder durante más de veinte años y la devuelves a la sociedad igual o peor que te la entregaron. ¡Carceleros!
            Este es el preámbulo de mi reflexión, lo que sigue ya lo insinué otro día pero la televisión me obliga a pensar en alto de nuevo. Unas personas, pongamos 100, cometieron unos delitos muy graves, fueron condenadas por los tribunales y pasaron a pagar sus crímenes en la cárcel como manda la ley. Cuando se acercaba el final de su condena aparecieron unos señores que dijeron que si eras de ETA no podías salir de la trena y que te quedaban allí muchos más años.
            El tribunal europeo de derechos humanos solamente ha dicho que las leyes no pueden tener carácter retroactivo y que estaban ilegalmente en la prisión porque ya habían cumplido la condena que les impuso el ordenamiento jurídico español. Tenían que estar en la calle como se había echo siempre al cumplir lo indicado.
            A partir de aquí la televisión se ha lanzado a una campaña de adulación a los familiares de las víctimas, de apoyo a la ley de cadena perpetua revisable de Gallardón y a sacar los instintos más bajos de las personas al repetir cada día los crímenes que se cometieron hace veinte años creando una alarma social que es caldo de cultivo de la venganza y de las leyes propias del fascismo.
            Si yo tuviera un amigo o un familiar que ha estado veinte años en la cárcel y llega a casa le haría una gran fiesta, me pondría contento y podía lanzar hasta cohetes para celebrarlo. Imaginaros a un hermano o a un compañero vuestro. Pues el PP ha decidido que intentará meter en la prisión nuevamente a los que salieron y a los que se pusieron contentos de tenerlos en el barrio o en casa de nuevo. La otra que se les ocurre es dejarles sin medios para vivir, a otros delincuentes les ayudan, para que se busquen la vida como puedan. Está esta sociedad como para comenzar de nuevo con cincuenta años y expresidiario con fotografías recientes en la televisión.


Sonrisa: Un hombre llegado de la alcaldía de Parla, socialista, ha dejado su poltrona en el senado por coherencia con su postura ante el pacto de partidos para elegir a un juez que favorece la privatización de la sanidad madrileña. De momento una reverencia porque no están de moda estas decisiones.

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