POR UN ESTADO LAICO
Si quieren creer que crean, si
quieren rezar que recen, pero que no intenten imponer sus ideas ni que paguemos
sus gastos.
Cada día es más difícil avanzar
frente al poder de la iglesia. Debe dar votos porque todos los políticos se
apuntan a las celebraciones religiosas cuando hay fotografías.
Rouco les puso firmes y nadie ha
tocado descanso.
Estamos
en un país laico pero es difícil de aceptar con tantas vírgenes y santos en
procesión estos días. Un país laico que hace girar los trimestres de los
alumnos en función de unas fechas impuestas por la iglesia católica y que
parten por la mitad el ritmo lectivo. La segunda evaluación acabó antes de
semana santa, cada año con sus fechas móviles, y la primera dos semanas antes
de navidad. Somos un país laico donde hasta el calendario vacacional lo marcan
los hechos relevantes de la vida religiosa. No hablo ya de otras festividades
que adornan nuestro calendario.
No
conformes con ello intentan convencernos que solamente hay unas verdades, una ética
y una forma de pensar: LA SUYA. No
intentan que se respeten sus creencias sino que desean imponer a los demás lo
que para ellos son dogmas. El tema del aborto, las clases de religión, la
exención de impuestos, el apoyo indiscriminado a los colegios religiosos
(cumplan o no la ley), el pago a los curas de un salario, la presencia de
nuestros políticos en actos religiosos que no tenían por qué serlo… Mil casos
de abuso de historia y de poder que, al igual que con el ejército, nadie se
atreve a poner en evidencia.
Ellos,
como el ejército, también tuvieron una jurisprudencia especial porque, donde va
usted a parar, no se puede comparar a un cura o a una monja con un seglar.
¡Arreglados estaríamos!
Han
adornado la historia de tal manera que tenemos el santoral completito, a la
virgen en su esplendor y a un crucificado haciendo de mártir para salvarnos.
-
Elías, murió también por ti. Eres un desagradecido si
piensas que lo imputaron (está de moda) y condenaron por delitos contra el
estado (murió entre dos ladrones igualmente imputados y condenados).
Ya sé que
muchas ciudades viven de este turismo y que desean mantenerlo siglos y siglos.
Ya sé que hay creencias que ayudan a soportar los sinsabores y a mirar al más
allá cuando acá no encontramos soluciones. Pero todo debe quedar dentro del respeto a los
otros, a los que no creen, a los que defienden un estado laico de verdad.
Rouco
descansa en su ático de pobreza, a la luz de la luna creciente, porque sabe que
los años no conseguirán arañar sus hazañas.
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