jueves, 8 de junio de 2017

CRISTINA CIFUENTES, LA OTRA INFANTA
Tampoco recuerda nada y estuvo un tiempo en una comisión de vigilancia de contrataciones.
Está claro que tiene manía a las ranas de la charca de Esperancita y que deseaba con toda el alma tener su propia charca.
Desde los 16 años en Alianza Popular, aquel partido que estaba más a la derecha que la derecha, y ahora va de marchosa salvapatrias de los desamparados…

                   Resultado de imagen de fotografias de cristina cifuentes con la medalla de la guardia civil
                   Una es más lista que la otra...

            No me ha gustado nada la moción de censura de PODEMOS en la Comunidad de Madrid y me ha cabreado la forma en que el PP ha desviado el verdadero problema a anécdotas viejas y casposas. Creo que PODEMOS no ha articulado un programa legible para quienes escuchaban y que ha sido excesivamente pomposo, algo así como un programa de gobierno pero sabiendo que no van a tocar sillón porque está blindado por las nuevas ranas que protegen a la que mandaba a la policía a aporrear manifestantes.
            Cristina no quiere saber nada del pasado, de sus casi cuarenta año cerca de Génova sin enterarse de nada. Debe tener una tortícolis crónica de mirar siempre para otro lado. La infanta Cristina, la del Urdangarín, tiene mejor pronóstico médico porque estuvo en esa posición muchos menos años. Ni sobres, ni comisiones, ni ricos amigos, ni ordenadores rotos, ni contratos divididos, ni ranas, ni chorizos… todo era idílico en el jardín de la nueva infanta. Ella sonríe sabedora que sus ranas ya tienen la experiencia de ver a otras ranas en Soto del Real y se beben hasta el agua del canal antes de que llegue la policía a bucear…
            Creo que PODEMOS  debería haber hecho una recopilación de los juicios por corrupción en marcha,  valorar en euros el daño que se ha hecho al erario público y haberlo traducido en acciones que se podrían llevar a cabo con esos miles de millones dilapidados. Insistir en que la de la moto, que mandaba cargar a la policía, estaba en todos los fregados durante los últimos 35 años y que si no se ha enterado de como corría el dinero ilícito por los pasillos de Génova debería irse a su casa por inútil.
            Aclarado eso, solamente les faltaba explicar su política de impuestos, subir a los ricos y poderosos y no seguir masacrando a los de abajo. Con ejemplos concretos, afeando los gestos de la derecha que siempre sube o baja impuestos que repercuten igual en los pobres que en los ricos o medianos. Cuantificar los ingresos y decir en que se invertiría la recaudación.
            Ahí podían lucirse: no más desahucios con una política de viviendas asequibles, atención a los más desfavorecidos, quitar el copago en medicamentos básicos, movilizar a los parados con sueldos medio dignos a cambio de trabajos para la comunidad, acabar con la burocracia excesiva, con asesores y edificios mastodónticos, volver a la sencillez de controlar los gastos, medidas contra la contaminación con ayudas a los coches no contaminantes y con una red de recarga suficiente… Se me ocurren tantas cosas bonitas que llenaría folios y no me iría a dormir, ellos que dedican sus días a esto deben tener ideas mucho mejores, nos aburrieron con medidas que muy pocos escucharon porque hablaban para la nueva infanta y los destinatarios deberían ser los habitantes de la Comunidad de Madrid.

            

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