LA AMNISTÍA FISCAL DE MONTORO

El Tribunal Constitucional pensando cinco años si es inconstitucional… UN PÁRRAFO.

El periódico El País dice que la sentencia “apenas tiene efectos prácticos” cuando los que regularizaron, ilegalmente, se van de rositas (con impuestos de barra de pan).

Seguimos sin enterarnos que con el PP solamente ganan los de muy arriba.

                        

  

            El Tribunal Constitucional yo pensaba que existía para velar porque las normas legales del país se ajustasen a su texto. Tiene edificio, secretarias, fotocopiadoras, conserjes, coches oficiales, todas las comodidades a su disposición y nos queda la impresión de que no pegan ni golpe cuando no le interesa al poder. ¡Peor imagen imposible!

            Pensad conmigo. El ínclito Montoro, agudo él, presentó un proyecto de ley en el año 2012. Inmediatamente 106 parlamentarios del grupo socialista, no uno que pasaba por allí, presentaron un recurso de inconstitucionalidad  contra la “disposición adicional primera” (un párrafo) de dicho Real Decreto. Pretendía que por un módico precio regularizasen su situación personajes perezosos con la Hacienda Pública o ranas que tenían a buen recaudo sus fechorías y las de sus instituciones (Barcenas, Granados, los Pujol, López Viejo y así hasta más de 30.000 personas o instituciones que metieron sus dineros en el país sin apenas tributar) en paraísos fiscales.

            A estos en lugar de pagar más casi el 50 %, que cotizan los que se quedan en el país legalmente, se les ofreció retornar sus millones de euros pagando el 10% y como no volvían los suficientes se les rebajo al 3 % a los más vivos del grupo. Desde hace cinco años solamente se han inspeccionado menos de 4000 casos de los 31000 para detectar dinero ilícito o fraudulento (una broma más). Los de Hacienda según con quién no tienen mucha prisa y multimillonarios no hay tantos para irles pasando lista.

            Pero el tema de hoy no quería ser el ínclito Montoro sino el Tribunal Constitucional. 106 parlamentarios les dicen que un párrafo es inconstitucional, por escrito y razonado, y tardan más de cinco años en leerlo y detectar que ese librillo pequeño que tienen que custodiar ha sido avasallado por el ministro. Un párrafo, cinco años, una institución llena de privilegios y medios en silencio durante un lustro esperando que los ciudadanos se olviden y que el dinero de los de siempre quede protegido por su silencio. Nunca debió entrar en vigor ese Decreto si uno solo de los miembros del Tribunal Constitucional hubiera leído a tiempo el comentado párrafo porque ahora, por unanimidad, lo han declarado inconstitucional.

-          ¡Eres un bendito, Elías! Había gente poderosa esperando sus beneficios…

Sorprende más el comportamiento del Tribunal Constitucional cuando en unas horas dicta otras sentencias mucho más complicadas. Bueno, ganaron los de siempre y perdieron los que casi siempre palman… instituciones al servicio de los poderosos… no es novedad…