LOS
MUERTOS OLVIDADOS
En las
inmediaciones de la Ciudad Vieja, Efe presenció cargas policiales y detenciones de los fieles que,
finalizado el rezo en las calles, lanzaron botellas de agua a los agentes que
cortaban el acceso a la ciudadela amurallada, donde solo se permitía el paso
por los puntos más cercanos a la explanada a los hombres mayores de cincuenta
años y a las mujeres.
Los
palestinos organizaron una manifestación de protesta con lanzamiento de botellas
de agua y algunas piedras a los policías israelitas, unos angelitos. Resultado:
tres muertos y 500 heridos, evidentemente no del lado de los “angelitos”. Hay
que buscar la noticia en las cavernas de los diarios y el título es tres israelíes
y tres palestinos muertos, los tres israelitas en una casa de un pueblo de no
se sabe dónde y por no se sabe quién, pero empataban con los que fueron
ejecutados por la policía en una manifestación sin apenas violencia.
Evidentemente
no era Venezuela donde violentos manifestantes, con los rostros tapados, prenden
fuego a servicios públicos y lanzan de todo contra la policía (y no agua y
piedras precisamente). Tampoco se ven empates nunca, siempre existe un malo que
deja de serlo cuando los que utilizan la violencia en exceso son “amigos”.
Preguntan
al gobierno por un ataque de los estadounidenses sobre Siria desde buques con
base en España y que no tenían el
permiso del Consejo de Seguridad de la O.N.U. No cuentan los muertos, 15, porque
estaba justificado al ser una base de misiles y aviones de combate muy
peligrosos donde cuatro niños, evidentemente armados y amenazando al mundo,
fueron víctimas de la egolatría de Trump. No hay ataques a su violencia, sino
aplausos para según que muertos.
Ya
no hablo de desplazados por guerras que provocaron los buenos para vender armas
y controlar el petróleo y que acaban ahogados en el Mediterráneo porque son
seres de otro planeta con los que no queremos mirarnos a la cara. Sus países destruidos
por guerras que se provocaron sacando pecho por haber acabado con un dictador.
Porque los dictadores no son el dinero y las armas sino señores como Sadam, Gadafi
o Al Ásad y los muertos los provocan otros, occidente ya les venderá más armas
y les cobrará la reconstrucción.
Arabia,
silencio. Egipto, silencio. Colombia, silencio. Marruecos, silencio. Países
donde se muere la gente de hambre, silencio. Tantos silencios que hacen pensar
que estamos viviendo en una burbuja dónde nos obligan a creer en la bondad de
unos que se llaman los buenos…
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