viernes, 21 de julio de 2017

LOS MUERTOS OLVIDADOS
En las inmediaciones de la Ciudad ViejaEfe presenció cargas policiales y detenciones de los fieles que, finalizado el rezo en las calles, lanzaron botellas de agua a los agentes que cortaban el acceso a la ciudadela amurallada, donde solo se permitía el paso por los puntos más cercanos a la explanada a los hombres mayores de cincuenta años y a las mujeres.

                   Resultado de imagen de fotografia de la manifestación de palestinos con tres muertos

          Al leer la prensa te das cuenta de que los muertos no son iguales y que la mayoría son silenciados si el agresor es un “amigo”. Israel, amigo íntimo de occidente, puso detectores de metales para que, dicen, los palestinos, unos terroristas consumados, no fueran a matar gente con la disculpa de rezar en uno de sus lugares más sagrados para los musulmanes.
            Los palestinos organizaron una manifestación de protesta con lanzamiento de botellas de agua y algunas piedras a los policías israelitas, unos angelitos. Resultado: tres muertos y 500 heridos, evidentemente no del lado de los “angelitos”. Hay que buscar la noticia en las cavernas de los diarios y el título es tres israelíes y tres palestinos muertos, los tres israelitas en una casa de un pueblo de no se sabe dónde y por no se sabe quién, pero empataban con los que fueron ejecutados por la policía en una manifestación sin apenas violencia.
            Evidentemente no era Venezuela donde violentos manifestantes, con los rostros tapados, prenden fuego a servicios públicos y lanzan de todo contra la policía (y no agua y piedras precisamente). Tampoco se ven empates nunca, siempre existe un malo que deja de serlo cuando los que utilizan la violencia en exceso son “amigos”.
            Preguntan al gobierno por un ataque de los estadounidenses sobre Siria desde buques con base en España y  que no tenían el permiso del Consejo de Seguridad de la O.N.U. No cuentan los muertos, 15, porque estaba justificado al ser una base de misiles y aviones de combate muy peligrosos donde cuatro niños, evidentemente armados y amenazando al mundo, fueron víctimas de la egolatría de Trump. No hay ataques a su violencia, sino aplausos para según que muertos.
            Ya no hablo de desplazados por guerras que provocaron los buenos para vender armas y controlar el petróleo y que acaban ahogados en el Mediterráneo porque son seres de otro planeta con los que no queremos mirarnos a la cara. Sus países destruidos por guerras que se provocaron sacando pecho por haber acabado con un dictador. Porque los dictadores no son el dinero y las armas sino señores como Sadam, Gadafi o Al Ásad y los muertos los provocan otros, occidente ya les venderá más armas y les cobrará la reconstrucción.

            Arabia, silencio. Egipto, silencio. Colombia, silencio. Marruecos, silencio. Países donde se muere la gente de hambre, silencio. Tantos silencios que hacen pensar que estamos viviendo en una burbuja dónde nos obligan a creer en la bondad de unos que se llaman los buenos…

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