¿SOMOS
EL CENTRO DEL UNIVERSO?
Un
profesor universitario explicando que la Tierra no se mueve me ha sorprendido
tanto que casi me da un patatús.
Después
he visto un programa sobre el universo, los movimientos de sus galaxias, los
choques de trenes en el espacio y me ha parecido difícil que alguien nos
encuentre ante la magnitud de mundo… conocido.
Muchos
americanos y rusos (además otros muchos millones de personas) siguen creyendo
que el mundo gira en torno a nuestro diminuto Planeta.
Viendo los movimientos de las
galaxias, los soles que se comen a sus planetas, la de agua que anda suelta por
el universo y los miles de millones de estrellas que pululan por el mundo, uno
se siente muy, muy pequeño. No solamente eso, la Tierra te parece un lugar
extremadamente frágil, muy difícil de situar en el universo e imposible de imaginarla
quieta en el siglo XXI. Todo era trepidante en el reportaje y parecía que era
imposible que no hubiera miles de choques cada día en ese universo lleno de
materia incontrolada.
Pensé que seguíamos siendo unos
seres soberbios a los que la capacidad de pensar (no siempre bien) nos ha
permitido inventar historias inverosímiles que aún se mantienen vivas en una
parte importante de la población. Me enteré que 1 de cada 4 estadounidenses y 1
de cada 3 rusos seguían pensando como el parlanchín de la tele, que la Tierra
no se mueve y que somos el ombligo del mundo mundial. No quise seguir
investigando la mentalidad de otros pueblos dominados por religiones todavía
más cerradas (si es posible) que las citadas.
Hace más de 2000 años un griego que
se llamaba Aristarco afirmó e intento demostrar que la Tierra giraba en torno
al sol (heliocentrismo) pero entre Platón, Aristóteles, la Biblia y las
iglesias se encargaron de que fuera muy peligroso seguir doctrinas semejantes. 1500
años de cristianismo y el personal (Copérnico o Galileo…) comenzaron a dudar y
a razonar y les enseñaron la hoguera para que fueran cautos y respetuosos con
su Planeta.
Dios encontró la Tierra entre miles
de millones de planetas, bajo a moldear de barro a Adán y sacó a Eva de una
costilla de tal sujeto y creó un paraíso lleno de eternidad. La Biblia afirma
que el Planeta no se mueve y los creacionistas (los de Adán de barro y Eva de
costilla) comienzan a sentar catedra en sus universidades. Si vivimos 16 siglos
de cristianismo teniéndola quieta quién somos nosotros para comenzar a
demostrar lo contrario. Ahhh… la iglesia no se mete para nada con estos
iluminados. Y no tiene encendida la hoguera porque no declaró en su momento
dogma lo que ahora relatamos, se conformó con la hoguera y con ceder a las
investigaciones porque parece que la Tierra si se mueve aunque no tengamos la
sensación de correr a velocidades supersónicas sin que se nos mueva el pelo por
la maldita atmósfera que nos rodea.
A lo que iba, me sentí pequeño,
consciente de que cualquier pedrusco, cual bomba nuclear, podría arruinar el
discurrir de los días y, sobre todo, me imaginé muchas vidas lejos de la Tierra
aunque no creo que se llamen Adán y Eva quienes respiran en esos lejanos paraísos.
Voy a ver la luna, casi llena, que de Planeta se convirtió en satélite que
escucha a los humanos.
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