miércoles, 2 de agosto de 2017

CIERRA GAROÑA.  ¡ALELUYA!
Hemos olvidado que las centrales nucleares son bombas latentes que sirven para que la energía sea más barata y… se forren las eléctricas.
Nos hemos enterado de dos desastres, Chernobyl y Fuhushima, porque no pudieron ocultarL del todo…
Es un efecto parecido a 500 bombas de Hiroshima y miles de años de unas tierras y un mar contaminados.

                        Resultado de imagen de fotografias de fukushima

            Los que vivimos los años en que se hablaba de estas cosas no podemos menos que alegrarnos de que la más vieja, y peligrosa, de las centrales nucleares españolas vaya a ser desmantelada (quedan pendientes residuos radiactivos y contaminantes mil). Se ha muerto de vieja, como aquel dictador del que hablamos de vez en cuando, y hemos tenido suerte de que Chernobyl haya estado lejos pero no sabemos los peligros que hemos corrido y los accidentes que ha tenido.
            Quedan siete. Los países europeos le vieron las orejas al lobo y pusieron en marcha un plan para hacerlas desaparecer de sus territorios (Alemania y algo Francia…). Nosotros vendemos humo: al dar por finiquitada Garoña porque no era rentable ponerla de nuevo en funcionamiento. Sindicatos, gobierno del PP, vecinos, pidiendo que siga funcionando, deben exigir industrias alternativas no perpetuar la vida peligrosa de un vecino bien visible.
            Las centrales nucleares son un peligro, sus residuos y sus accidentes han deteriorado la Tierra para muchos miles de años. Las aguas de los océanos saben de residuos enterrados, o liberados en Japón, que bañan las aguas donde unos peces muy bonitos acaban en el estómago de inocentes habitantes que nunca sabrán de la existencia de la radioactividad.
            Hubo un tiempo en que nos vendieron que era muy barata, que era segura, que esa fuente de energía era necesaria para mantener el mundo occidental y la calidad de vida de sus habitantes. Todo era mentira menos lo de que era barata y ayudaría a forrarse a las eléctricas, no a abaratar la factura de la luz. Las energías alternativas han sido denigradas, se ha retrasado su funcionalidad y ahora, aún, las gravan con impuestos elevados como si fueran un veneno peor que la energía nuclear.
            La energía solar y la energía eólica, unidas a la hidráulica, podrían abastecer al país si se hubieran mimado desde hace muchos años. Son energías limpias que evitarían todos los desastres que está padeciendo el Planeta como consecuencia de que el petróleo y la energía nuclear sigan manteniendo el poder en manos de los de siempre.
            Los que hablamos o recordamos estas cosas somos ancianos que salimos de las cavernas para recordar guerras olvidadas. Aún quedan 7 bombas de relojería en nuestro país y lo único que hemos hecho es jubilar a la que hace años tenía la fecha de caducidad muy pasada. Debemos esperar que un terremoto, un experimento o unas olas asesinas no vuelvan a alimentar de veneno un mundo que puede evitar la energía nuclear.

            Al escribir esto me siento fuera del tiempo.  Creo que son guerras que han enterrado después de ganarlas los grandes asesinos de la naturaleza que amasan tesoros en sus cuevas de Ali Babá. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario