domingo, 3 de septiembre de 2017

EDUCACIÓN: CINCO IDEAS FUERA DE SITIO
Son ideas y realidades olvidadas porque no nos va muy bien hablar de ellas.
No sé si todos entendemos lo mismo cuando hablamos de integración.
¿Los inspectores no tenían que hablar de pedagogía?

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            Comienza el curso y cada partido se despacha por el carril que cree que más le conviene para obtener votos. A mí se me ocurren unas reflexiones que evidentemente son inútiles pero que me apetece escribir.
1.- Menos alumnos por aula. Este debería ser un tema primordial para hablar de educación y se ignora constantemente. Sobran horas de cargos directivos, liberados sindicales, burocracia en forma de papeles, estudios sobre el sexo de los ángeles y falta atención para los que dan el callo dando clase. De 30 a 20 alumnos el cambio sería radical si el profesorado quiere aprovechar la oportunidad, los padres deberían conocer la diferencia de dinámicas entre una clase saturada y una clase de 20 alumnos, sus hijos tendrían muchísima más atención.
2.- Nadie habla de corregir las diferencias entre la concertada de élite, la concertada normalita, la pública seleccionada y la otra, aquella que recoge casos problemáticos y extranjeros de nacionalidades variadas. En los barrios del cinturón industrial existen colegios que parecen extraídos de Rabat o de Argel, la concertada no les invita a su fiesta cobrando dinero que disfrazan de legal y ellos acaban eligiendo agruparse para no arriesgarse a los ataques racistas larvados que sufren algunas comunidades.
3.- Si desde pequeñitos se atiende e integra a las personas con dificultades es más fácil que tengamos personas mejor educadas donde todos acepten las limitaciones de los compañeros y pongan algo de su parte para ayudarles a superarlas. Existen centros que en lugar de tener menos alumnos y atender a los casos con dificultades prefieren orientarles a la enseñanza pública donde serán mejor atendidos (dicen ellos que son tan profesionales). Y además sacarán pecho con las estadísticas del menor coste de la enseñanza privada.
4.- Todos callan sobre el tema religioso. Estos días cuando leo que Azaña y compañía, allá por los años treinta, tenían claro que la religión a sus iglesias y de la necesidad de una enseñanza laica, tengo la impresión de que vamos hacia atrás, como los cangrejos. Está bien que ganasen el derecho a educar a las élites al lado de nuestro “amigo” Franco pero han pasado muchos años y seguimos retrocediendo, como temiendo que aparezca otro dictador si tocamos los privilegios de curas y frailes. ¿Por qué Felipe González no intentó seguir el ejemplo de Finlandia? (Allí el 98 % de las escuelas con PÚBLICAS) ¡y además las nuestras roban descaradamente a los padres con cuotas pseudolegales! Y estos se dejan porque creen que así blindan a sus hijos de algo que no se atreven a decir en alto.

Y 5.- Falta una eficaz selección del profesorado. Aprobar la carrera de magisterio una persona que no tiene las cualidades suficientes para ejercer la docencia es un pecado mortal que se paga con 30 años de mirar para otro lado. No sirven las buenas notas, o al menos no solo estas, para dedicar una vida a enseñar con cariño a las personas que se crucen en tu trabajo. Hoy quizá estén muy mimadas o desechadas, ayer quizá tenían muchas necesidades en casa, a lo que venga tiene que ser capaz de adaptarse quién elige la profesión de educar. No puede convertirse en un trabajo seguro y que cuando surjan dificultades graves lo máximo que se haga es cambiar el problema de centro, no estaría mal que los inspectores dedicaran su tiempo a orientar a los docentes y a despedir de la docencia directa a quienes demuestran cada día su incompetencia. Estos hacen daño a quienes trabajan con fe cada día y a la valoración del profesorado por parte de la sociedad.

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