viernes, 1 de septiembre de 2017

RAJOY Y TRUMP
… y ellos se juntan.
Si unos vive para exportar armas el otro va aprendiendo.
Sigue haciendo exhibiciones porque le aplauden sus bombardeos contra nadie.

                               Resultado de imagen de fotografias de aviones bombardeando
     
            El tema de las armas es tan viejo y tan arraigado en el sistema capitalista que es muy peligroso hacer política con él. Creo que es el mismo sistema el que tiene como uno de sus pilares fundamentales la posesión de armas que mantengan callados a los pueblos sin armamentos potentes. Es la política del miedo, la prohibición de poseerlas a los países que no llegaron a tiempo a tener energía nuclear para asustar a los vecinos.
            El único país que las lanzó bombas atómicas contra ciudades muy pobladas de personas civiles es el que impone las normas para llegar a disponer de ellas. Trump se permite, prudente y ecuánime, dar lecciones al mundo sobre quién son los buenos y dónde montar guerras para que sus juguetes no se queden obsoletos en las fábricas de armas. No recibe refugiados, eso queda para personas que un día inventaron unas normas medianamente justas que ahora no quieren cumplir, uno quiere un muro muy alto para los sudamericanos y Europa ya tiene su muro en forma de mar o con países dominados para detener a los africanos.
            Conocedor Pinocho que en aquel país no protestan por la venta de armas debe ir a preguntarle donde monta una guerra para vender las suyas en cantidades mayores pues los 10.000 millones le parecen una miseria y quiere saber si le deja sitio en sus aviones para gastar el material almacenado. Lo más importante que quiere preguntarle, en inglés por supuesto, es cómo consigue un presupuesto aún más alto para pagar los tanques, los aviones modernos que gasten las bombas pensando en hacer callar a quienes protesten por la venta de tan beatífico material.
            Trump y Rajoy junto a los mandatarios occidentales, que sostienen el tinglado capitalista, no piensan bajar el precio del cubierto en esta merienda de negros. Los temas sociales nos los pasan por los morros pues si dejan de vender armas el paro se dispara, cual escopeta de ferias, y la vida de occidente se hunde porque seriamos invadidos por los que no tienen nada que perder. Les armamos para que se maten entre ellos esperando que no se acuerden mucho de nosotros y que paguemos con unos pocos muertos en atentados salvajes los millones de muertos y desplazados que nuestras armas han provocado.

            ¿Cómo puedes pensar que se solucionarían mejor los problemas si les ayudamos a producir más y pagamos un precio justo por las materias primas que nos llevamos? Arrasar sus ciudades, matar a cientos y desplazar a miles no parece una manera de conseguir que cada día nos quieran un poquito más. Allí es donde hay que intentar bajar el nivel de odio y no solamente con más policías, barreras y aviones descargando bombas para que las fábricas de armas sigan teniendo sus cuentas saneadas.

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