miércoles, 18 de octubre de 2017

EL REFERÉNDUM DE LA INDEPENDENCIA
Ya no vamos a hablar de si fue ilegal o no, que lo fue.
Tampoco vamos a hablar de cómo se convocó. Pena penita pena.
Y mucho menos de los garrotazos que evitaron los cinco millones de votos…

                           Resultado de imagen de fotografias de urnas del 1 de octubre

            En estos días de tensión admira que la base de todos los mandatos democráticos sea el referéndum del 1 de Octubre. Todos sabemos que se convoca en nombre de un Parlament que se ha declarado soberano y representante de la voluntad de los catalanes con una mayoría pírrica de los más variopintos personajes. Las leyes que le acompañan dejan un Parlament semivacío que a nadie parece preocuparle pues los malos son los otros siempre.
            Y llegamos al día de los hechos. Se convoca a las personas a votar. Los partidos que representan a la mayoría de los votantes de las últimas elecciones deciden aconsejar a sus seguidores que no participen en la consulta (PSC, PP y Cs) y PODEMOS, unos lumbreras, concluyen que votarán como protesta pero que solo significa para ellos una forma de movilizarse (me admira que no convoquen otra manifestación y se apunten a participar en un referéndum que no reconocen y que propone la independencia directa si sale el sí).
            Con la prohibición del Tribunal Constitucional (que evidentemente no reconocen porque sus leyes fluyen del Parlament) se lía un tomate que dará sus frutos en las impresentables hostias que algunos propinan a quienes defienden las urnas declaradas ilegales por alguien que no pinta nada en el tinglado. Han conseguido urnas, han montado mesas con militantes del independentismo, han nombrado controladores solamente los convocantes y han invitado a unos observadores (que en Venezuela son sectarios pero aquí son la objetividad en persona.)
            Cerrados algunos colegios electorales, y con problemas informáticos agudos, deciden que cada uno vote donde quiera que para eso son libres y tienen algunos sus colegios clausurados. Evidentemente se resiente el control, aunque nadie podrá negar la masiva asistencia a las urnas de los seguidores de quienes pusieron en marcha el referéndum. Cerrados los colegios y contados los votos resulta que ha ganado el sí y que tienen 48 horas para declarar la República Independiente. Se ralentiza el recuento para consensuar posturas y buscar apoyos internacionales (dadas las imágenes de golpes que se producen en los colegios electorales) pero es difícil el consenso y no encuentran quién defienda una declaración de independencia fuera de los textos constitucionales.
            No sé si es decisión del 36 % de la población, tampoco sé si contaron y controlaron bien los votos, desconozco si los que estaban apuntados en un colegio(como Puigdemont) votaron en otro pues les sumaron a sus casi 2.300.000 los de los clausurados.
            Este referéndum se ha convertido en la madre de todas las decisiones y mandatos revolucionarios, parece la base de la República Catalana y se muestra como el mayor logro del catalanismo democrático porque estaba prohibido y votaron todos esos que si no hubieran sido cientos de miles más (yo sé de muchas personas que fueron a votar si o cambiaron su voto por la violencia de la policía). Necesitaban ganar por un voto y ganaron por millones ¿cómo atreverse a cuestionar el fundamento de la independencia?


Nota: No siempre fueron buenas las prisas.

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