EL
REFERÉNDUM DE LA INDEPENDENCIA
Ya
no vamos a hablar de si fue ilegal o no, que lo fue.
Tampoco
vamos a hablar de cómo se convocó. Pena penita pena.
Y
mucho menos de los garrotazos que evitaron los cinco millones de votos…
En estos días de tensión admira que
la base de todos los mandatos democráticos sea el referéndum del 1 de Octubre.
Todos sabemos que se convoca en nombre de un Parlament que se ha declarado
soberano y representante de la voluntad de los catalanes con una mayoría
pírrica de los más variopintos personajes. Las leyes que le acompañan dejan un Parlament
semivacío que a nadie parece preocuparle pues los malos son los otros siempre.
Y llegamos al día de los hechos. Se
convoca a las personas a votar. Los partidos que representan a la mayoría de
los votantes de las últimas elecciones deciden aconsejar a sus seguidores que
no participen en la consulta (PSC, PP y Cs) y PODEMOS, unos lumbreras,
concluyen que votarán como protesta pero que solo significa para ellos una
forma de movilizarse (me admira que no convoquen otra manifestación y se
apunten a participar en un referéndum que no reconocen y que propone la
independencia directa si sale el sí).
Con la prohibición del Tribunal
Constitucional (que evidentemente no reconocen porque sus leyes fluyen del
Parlament) se lía un tomate que dará sus frutos en las impresentables hostias
que algunos propinan a quienes defienden las urnas declaradas ilegales por
alguien que no pinta nada en el tinglado. Han conseguido urnas, han montado
mesas con militantes del independentismo, han nombrado controladores solamente
los convocantes y han invitado a unos observadores (que en Venezuela son
sectarios pero aquí son la objetividad en persona.)
Cerrados algunos colegios
electorales, y con problemas informáticos agudos, deciden que cada uno vote
donde quiera que para eso son libres y tienen algunos sus colegios clausurados.
Evidentemente se resiente el control, aunque nadie podrá negar la masiva
asistencia a las urnas de los seguidores de quienes pusieron en marcha el
referéndum. Cerrados los colegios y contados los votos resulta que ha ganado el
sí y que tienen 48 horas para declarar la República Independiente. Se ralentiza
el recuento para consensuar posturas y buscar apoyos internacionales (dadas las
imágenes de golpes que se producen en los colegios electorales) pero es difícil
el consenso y no encuentran quién defienda una declaración de independencia
fuera de los textos constitucionales.
No sé si es decisión del 36 % de la
población, tampoco sé si contaron y controlaron bien los votos, desconozco si
los que estaban apuntados en un colegio(como Puigdemont) votaron en otro pues les
sumaron a sus casi 2.300.000 los de los clausurados.
Este referéndum se ha convertido en
la madre de todas las decisiones y mandatos revolucionarios, parece la base de
la República Catalana y se muestra como el mayor logro del catalanismo
democrático porque estaba prohibido y votaron todos esos que si no hubieran
sido cientos de miles más (yo sé de muchas personas que fueron a votar si o
cambiaron su voto por la violencia de la policía). Necesitaban ganar por un
voto y ganaron por millones ¿cómo atreverse a cuestionar el fundamento de la
independencia?
Nota: No siempre fueron buenas las prisas.
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