martes, 31 de octubre de 2017

¿Y CAMBIAR LAS LEYES PARA CUANDO?
Me gustaría que quién se queja propusiera en el Congreso una ley para luchar contra la pobreza energética…
Me gustaría ver leyes para perseguir a los corruptos y para evitar que campen a sus anchas por los tribunales, gobiernos y ayuntamientos.
Me gustaría que quienes pueden echar abajo la ley mordaza y los atropellos a los contratos y las facilidades para los despidos comenzaran a hablar de eso, de lo nuestro.

                                             Resultado de imagen de balanza de la justicia

            La prensa nos tiene achicharrados con noticias relevantes pero que esconden otras que no lo son menos. Se acerca el invierno, Rajoy está en minoría en el Congreso, es hora de que se propongan leyes para ayudar a soportar el frío a quienes realmente lo necesiten y sacar los colores a quienes voten en contra de las medidas sociales que se proponen. Creo que la Constitución habla del derecho al trabajo y a una vivienda digna, ya sé que como tantas frases altisonantes, que no quieren escuchar los que viven en esta parte, no es posible cumplirlas pero que las cambien por otras más realistas y que ocupen la preocupación de los gobernantes.
            Es increíble que partidos como el PP o la antigua Corvengència no estén ilegalizados, junto a unos pocos más, hace décadas por sus chorizadas escandalosas que han llenado los bolsillos de políticos corruptos y ayudando a cambiar el signo de muchas elecciones con su dinero ilegal. Los juicios eternos, que aburren y dejan en libertad a culpables, no pueden mantenerse sin medios suficientes para que no sea instantánea la confiscación de lo robado. Necesitamos jueces valientes, menos garantías para los ladrones que utilizan dinero público y leyes que persigan y controlen los grandes contratos de las administraciones.
            Si tienen que hacer horas extras los parlamentarios que las hagan. Llevamos décadas sin avanzar y dando pasos para atrás y obstruyendo a la justicia de mil maneras. Se protegen entre ellos los delincuentes de cuello blanco porque saben que nadie pagará por ello. Si la inspección de los contratos de la Administración y de las empresas fuera más eficaz quizá podríamos comenzar a ver entrar en prisión a quienes siguen disfrutando alegremente de lo robado (desde infantas a presidentes, desde alcaldes a ministros, desde jefes de grandes empresas privadas a las públicas).
            Leyes nuevas y medios eficaces para no tener que asistir dentro de 10 años a nuevos casos de corrupción porque el miedo ha hecho que desistan los amigos de lo ajeno. Me toca las narices ver cada sesión de control de los gobiernos convertido en un balcón para señorear los diputados y lucirse el interpelado, así no vamos bien. Si no se ponen de acuerdo, porque a algunos les interesa seguir  así, para cambiar el gobierno del PP al menos dediquémonos a acabar con las leyes retrógradas que ha ido imponiendo en años anteriores de mayorías absolutas.

            Acabaré huyendo de la democracia que no se preocupa de los problemas de las personas sino de mantener a los mismos en el pedestal que condena a la pobreza a cientos de miles de personas. Hablemos de lo nuestro, no del sexo de los ángeles…

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