lunes, 20 de noviembre de 2017

FRANCO UN ASESINO NO JUZGADO
Dio un golpe de estado con menos razones que Tejero.
Y provocó casi un millón de muertos en la guerra civil.
Además de secuestrar la libertad de millones de españoles durante  40 años.

                           Resultado de imagen de fotografias de fusilamientos en las cunetas de la republica española

            Un personajillo del PP, Pablo Casado, se atreve a decir que “Hay que olvidar la historia”. Creo que no debemos olvidar que Franco fue un asesino que acabó con uno de los periodos de nuestra historia que pretendía mejorar la vida de los españoles. Se cargó aquella República, con la ayuda de la Iglesia y de los potentados, aparte de ver ascender a los militares en el escalafón y llenar sus bolsillos a manos llenas. No ha inventado la corrupción el PP, en los años de la postguerra no solamente había venganza, muertos y odio hacia los vencidos sino una banda de chorizos mucho más eficaz que la actual. No debemos olvidar la historia.
            Los terratenientes no querían renunciar a ninguno de sus privilegios (todavía los mantienen bastantes marqueses y condes), la iglesia no quería renunciar a su monopolio de la educación (para que os voy a contar donde nos encontramos hoy) y a sus sueldos y los militares tenían la fea costumbre de dejarse utilizar por las clases dominantes para lograr ascensos y prebendas. Nada que ver con la República que, comentábamos ayer, reconocía derechos a las mujeres, intentaba un reparto más justo de la tierra y unas condiciones de trabajo que erradicasen el hambre de las clases desfavorecidas.
            Yo me tome unos cubatas para celebrar una muerte que ya tardaba demasiado. Lástima que muriera en la cama tan tarde sin pisar la prisión que merecía de por vida. Aquella España tenía miedo, mucho miedo, porque la libertad era un lujo del que solamente disfrutaban quienes pensaban como aquel fascista, primo hermano de Hitler. Él, Mola, Queipo de Llano y familia estaban dispuestos a eliminar a los que no pensaban como ellos, lo decían públicamente: dispuestos a acabar con millones de españoles para que triunfe aquella España de los fusiles y de las misas bajo palio para el caudillo Franco.
            No debemos olvidar la historia porque no la hemos superado. Tuvimos un rey impuesto por aquellos asesinos (jurando seguir sus ideas…), una Constitución impuesta por el ejército y una amnistía que ha dejado sin castigo los crímenes cometidos. Y nos dejaron sin República. No debamos olvidar la historia, debemos honrar a quienes lucharon por la libertad y la legalidad y acabaron en las cunetas ignorados. No       quedan santos ni se rindieron honores a aquellos que murieron defendiendo al gobierno que votaron los españoles, en libertad, en febrero de 1.936.

            No estamos bien hoy pero no convine ignorar el infierno que vivió España entera a partir de julio de 1936 por culpa de alguien al que dejamos morir en la cama, de viejo, sin haber sido juzgado. Vergüenza tengo de formar parte de los derrotados pero no debemos dejar que nadie nos acerque, ni siquiera un poquito, a aquel infierno de muertes, asesinatos, violaciones y “paseíllos” que acababan con los buenos enterrados en las cunetas. 

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