FRANCO
UN ASESINO NO JUZGADO
Dio
un golpe de estado con menos razones que Tejero.
Y
provocó casi un millón de muertos en la guerra civil.
Además
de secuestrar la libertad de millones de españoles durante 40 años.
Un personajillo del PP, Pablo
Casado, se atreve a decir que “Hay que olvidar la historia”. Creo que no
debemos olvidar que Franco fue un asesino que acabó con uno de los periodos de
nuestra historia que pretendía mejorar la vida de los españoles. Se cargó
aquella República, con la ayuda de la Iglesia y de los potentados, aparte de
ver ascender a los militares en el escalafón y llenar sus bolsillos a manos
llenas. No ha inventado la corrupción el PP, en los años de la postguerra no
solamente había venganza, muertos y odio hacia los vencidos sino una banda de
chorizos mucho más eficaz que la actual. No debemos olvidar la historia.
Los terratenientes no querían
renunciar a ninguno de sus privilegios (todavía los mantienen bastantes
marqueses y condes), la iglesia no quería renunciar a su monopolio de la
educación (para que os voy a contar donde nos encontramos hoy) y a sus sueldos
y los militares tenían la fea costumbre de dejarse utilizar por las clases
dominantes para lograr ascensos y prebendas. Nada que ver con la República que,
comentábamos ayer, reconocía derechos a las mujeres, intentaba un reparto más
justo de la tierra y unas condiciones de trabajo que erradicasen el hambre de
las clases desfavorecidas.
Yo me tome unos cubatas para
celebrar una muerte que ya tardaba demasiado. Lástima que muriera en la cama tan tarde sin pisar la
prisión que merecía de por vida. Aquella España tenía miedo, mucho miedo,
porque la libertad era un lujo del que solamente disfrutaban quienes pensaban
como aquel fascista, primo hermano de Hitler. Él, Mola, Queipo de Llano y
familia estaban dispuestos a eliminar a los que no pensaban como ellos, lo
decían públicamente: dispuestos a acabar con millones de españoles para que
triunfe aquella España de los fusiles y de las misas bajo palio para el caudillo
Franco.
No debemos olvidar la historia
porque no la hemos superado. Tuvimos un rey impuesto por aquellos asesinos (jurando
seguir sus ideas…), una Constitución impuesta por el ejército y una amnistía que
ha dejado sin castigo los crímenes cometidos. Y nos dejaron sin República. No debamos olvidar la historia,
debemos honrar a quienes lucharon por la libertad y la legalidad y acabaron en
las cunetas ignorados. No quedan
santos ni se rindieron honores a aquellos que murieron defendiendo al gobierno
que votaron los españoles, en libertad, en febrero de 1.936.
No estamos bien hoy pero no convine
ignorar el infierno que vivió España entera a partir de julio de 1936 por culpa
de alguien al que dejamos morir en la cama, de viejo, sin haber sido juzgado.
Vergüenza tengo de formar parte de los derrotados pero no debemos dejar que
nadie nos acerque, ni siquiera un poquito, a aquel infierno de muertes,
asesinatos, violaciones y “paseíllos” que acababan con los buenos enterrados en
las cunetas.
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