miércoles, 22 de noviembre de 2017

“LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCIA”
La insoportable última novela de Almudena Grandes.
Me gustó “LAS TRES BODAS DE MANOLITA”, otra de sus obras,  y su forma de escribir.
También respeto mucho su implicación con los que viven al otro lado.

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            Es una de aquellas escritoras que he leído con frecuencia y que decía y contaba cosas, desde la izquierda, que me gustaba y me gusta escuchar. Así comencé su último libro con la ilusión de disfrutar viendo cómo se atizaba duro al fascismo y más en concreto a la España franquista. Por eso aguanté muchas páginas aburrido, intentando aclararme con los más de cien personajes que pululan por sus páginas, y al llegar a las tres cuartas partes, casi 500 páginas, decidí acabar por vergüenza torera. Hoy he acabado las 758 páginas y me creo con derecho a hacer una reflexión.
            Ha hecho que me sienta mal lector y poco inteligente porque no era capaz de aclararme de qué iba el libro y de cómo se desenvolvían los múltiples personajes con sus nombres auténticos y falsos. Leía cada día para no perder el hilo y no llegué encontrar la madeja en todo el camino. No sé para quien escriben estas novelas pero debe ser para minorías muy selectas o para que sean colocadas en la biblioteca. Otra opción es que yo esté equivocado y que soy yo el que no llegó al nivel de lector requerido por dichos autores. Ya llevo unas cuantas experiencias de estas y por eso me desahogo aunque hubiera sido más inteligente abandonar en la página 70.
            Si alguien compra el libro que sepa que ha pasado a formar parte de una minoría selecta. El tema, creo que es el fascismo de la postguerra, parecía interesante y el libro rebosa datos y escenarios… hasta marearme. La condescendencia de Franco con sus amigos fascistas alemanes, compinches, parecía un escenario atractivo pero no ha conseguido arrancarme ni un aplauso. Ya sé que será de los más vendidos, que tendrá inmejorables críticas de egregios plumíferos y que yo soy un mal lector que no merezco sitio en los pupitres de la minoría selecta.
            Si alguien en la página 70 decide seguir adelante no olvide consultar a cada paso la lista de personajes que aparece al final. Si se marea al cambiar de página es el precio de ser un erudito. Tengo que decir que las últimas páginas mejoran a las 500 primeras, tengo mala conciencia por el tiempo que le he dedicado.

            Quizá los grandes escritores deberían pensar más en no aburrir a los lectores de andar por casa. El país necesita gente que lea y que disfrute haciéndolo.

Nota: Por si alguien puede evitar mi pecado...

1 comentario:

  1. He empezado a leerlo. Ya te contaré cuando lo acabe o lo deje por imposible.

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