miércoles, 15 de noviembre de 2017

NOS GOBIERNAN LADRONES
Y lo peor de todo es que nos hemos acostumbrado a soportarles.
Parecía que PODEMOS traía, con el 15M, una ráfaga de frescura. Pura ilusión.
Al final hasta han convencido a algunos de que el ladrón es Maduro.

                                Resultado de imagen de politicos robando caricaturas


            Hemos visto los papeles de Bárcenas, escritos a mano, verídicos sin ninguna duda, y nos hemos quedado tan anchos. Los jueces haciendo tiempo para olvidar y los inscritos, para recibir sobres o pagar comisiones, mirando para otro lado. Haciéndose los ofendidos porque alguien había escrito sus fechorías. Tenían que estar en su casa antes de publicarse pero siguen ahí porque robar con cuello blanco da derecho a la presunción de inocencia.
            Tenemos una conciencia de lo público poco madura los españoles. Parece que si roban a lo grande no nos roban a nosotros, no percibimos que ese 3% es un sobrecoste de las obras públicas o falta de calidad de las mismas. No llegamos a imaginar que lo que nos quitan cada mes de nuestro sueldo sirve para llenar sus sobres, “salvar” esos bancos quebrados, esas autopistas sin clientes o aquellos sueldos a los que no tenían derecho. Hemos acabado pensando que los políticos, y sus partidos, están podridos y que si vienen otros tendremos más de lo mismo.
            La justicia es lenta, excesivamente lenta para según que delitos, pero nosotros teníamos el poder de castigar a los chorizos y hasta eso nos roban, la vergüenza. Entre quienes robaron mucho y los que robaron demasiado es la elección que nos dejan, listas cargadas de personajillos que los medios de comunicación mantienen en el pedestal en lugar de enterrarles en el olvido. Después de todos los sobres y maletines que se movieron por el país, desde ministros a concejales, seguimos en el mismo sitio, oliendo a chorizo podrido por todas partes.
            No tienen vergüenza, ni los que trincaron ni los que callaron. Estas leyes han de cambiarse, mandar a casa a descansar de tantos sacrificios a quienes sean sospechosos de conductas reprobables. Liberarles, del sacrificio que dicen que hacen, de aguantar el sillón lleno de prebendas para que los españoles podamos salir adelante. Es un mal tan extendido que ni siquiera castigamos a los culpables sino que les recolocamos con sueldos más altos.
            ¡Lo buitres se están comiendo la democracia!

Nota: Posibles soluciones: Que roben más a ver si reaccionamos.

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