lunes, 27 de noviembre de 2017

YO NUNCA FUI PROFESOR
Siempre intenté ser maestro, aunque no siempre lo consiguiera.
Hoy es día de felicitar a quienes intentan educar, ayudar a crecer y enseñar.
Labor muchas veces olvidada por quienes recibimos ayudas desinteresadas.

                        Resultado de imagen de fotos de maestros de escuela

            Nunca me gustó la palabra profesor ni otros títulos de los que disfrutan muchas personas que dedican la vida a la enseñanza. Hoy es el día del maestro y a mi acabó gustándome ser uno de ellos aunque siempre con aquellas dudas de si conseguí serlo. Es muy difícil, cada día más, tener un hueco en la educación de los alumnos cuando además de la familia (que es a quién toca llevarla a cabo), los medios de comunicación y las redes sociales están avasallando la vida de niños, jóvenes y adolescentes.
            En España muchas veces la educación se empareja con la afición al deporte. Todos tenemos una alineación mejor que el entrenador y todos sabemos que los profesores se equivocan casi siempre cuando se tuercen las cosas y nosotros somos capaces de hacerlo mejor. Pasan los maestros muchas más horas con los niños y adolescentes que con sus padres y deberían tener, en principio, el beneficio de la duda cuando surgen los problemas.
            Tantas veces condenados sin ser culpables, tantas veces los niños y adolescentes ganando la partida a personas vocacionales que intentan llevar a cabo una misión cada día más difícil y cada día más importante si queremos mejorar nuestras sociedades. Es la figura que merece comenzar a ser mimada en este país porque un trocito del futuro depende de los maestros, al ser la educación la mejor manera de comenzar a soñar con un mundo mejor.
            Yo tuve la suerte de recibir el premio de ver mi labor sobreestimada cuando abandoné las aulas. Nunca sospeché estando en activo el valor de los pequeños detalles, de aquellas sonrisas o de aquella bronca, de aquel respeto o de aquella alabanza. Muchas veces pequeños detalles del maestro obran milagros que ni siquiera sospechamos. Hoy al felicitar a quienes siguen en el tajo me gustaría decirles que son muy importantes y que cada detalle suyo puede obrar un milagro.
            En el día a día los niños mimados o los adolescentes rebeldes pueden acabar con la ilusión que tenemos, creo que es buen día para pensar que mil detalles con mil alumnos obraron el milagro de hacer crecer como personas a niños y adolescentes con los que compartimos aulas y tiempo.

            ¡Felicidades maestros! Va por los que mantienen la ilusión en su trabajo… espero que antiguos alumnos y padres os recuerden que sois importantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario