QUIZÁ
ESTEMOS EN 2022 o EN 2024
Aunque
nos equivoquemos seguimos contando el tiempo.
Tiempos
de ilusión, de descubrimientos, de rutina o de reflexión.
Lo
importante está por conquistar, ahí reside la esperanza…
Durante estos años habéis sonreído cuando
hablaba repetidamente del Tiempo detenido, de buscar momentos en que la
eternidad asomaba la cabeza y deseábamos que aquel instante no acabara nunca.
Hasta mi último libro lleva este título porque pienso que de esos momentos, con
sabor al infinito, se compone la vida de las personas, acumular estas vivencias
hace más llevadero contar los días y los años.
Ser personas “razonadoras” nos ha
hecho esclavos del reloj y del calendario. Todos percibimos las hojas de este
según la edad que tenemos, desde la ilusión de un juguete nuevo a la experiencia
del primer amor, desde el día a día persiguiendo la rutina de tener muchas
cosas a la mirada cargada de recuerdos que intenta alargar los días sin pensar
mucho en la eternidad.
La sociedad de consumo ha hecho de
las suyas, de nuevo. Es la noche del consumo, de la juerga, de las borracheras,
de los brindis y los mejores deseos para los otros y de los múltiples propósitos
para nosotros mismos. Ha conquistado de nuevo la calma y ha inundado de música y
de ruido el paso de un año a otro, no importa si hemos contado bien o mal los
años desde que nació un desconocido
personaje llamado Jesús, no importa si es exacta o no la medición de su paso a
lo largo de la historia, lo importante es recordar que pasan los años y nos
acercamos a la ilusión de hacernos mayores o a la tentación de echar de menos
el tiempo pasado.
Desde este blog desear a los amigos
que beban, que brinden, que deseen para ellos y para otros, que saluden a la
luna casi llena y que duerman para recibir con una sonrisa el año que comienza.
Y no olvidar que las campanadas se suceden cada día, que el reloj camina y que
debemos soñar con conquistar momentos especiales, sentimientos intensos o
miradas al atardecer, donde percibamos que el reloj se funciona y podamos
guardar esos recuerdos en que rozamos la eternidad, el tiempo detenido.
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