jueves, 18 de enero de 2018

INSTALADOS EN LA TENSIÓN
Una de arena y otra de cal: Maragall y Torrent.
Puigdemont entre la gloria, la cárcel y Bruselas.
Esquerra sin dejarnos ver en qué partido juega.

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            No sé si fue una salida de tono del abuelo del Parlament o un discurso preparado desde Esquerra para dar más credibilidad al que luego realizaría el presidente electo. Me pareció una pasada que una persona que ocupa un lugar en la mesa solamente por su edad, y como paso previo a la constitución de la institución, se descuelgue con un mitin capaz de derribar los pocos puentes que puedan existir. Si lo tenía preparado para ser el elegido, y no quería guardarlo en el cajón de su escritorio, podía haberlo avisado para que todos entendiéramos su salida de tono…
            El discurso de Torrent excesivamente correcto para lo que va fluyendo a sus espaldas, le durará poco su tono porque en breve será puesto entre la espada y la pared para decidir el camino de la inmolación o de la exaltación al cielo de los traidores. Él es de los pocos que lo sabe porque habrán tenido la delicadeza de explicarle dónde se metía al salir de la alcaldía de Sarria de Ter. La investidura telemática está preparada y su fracaso, o descalificación, por la fuerza del Estado marcará un camino nuevo o un nuevo sendero sin salida.
            Y ahora a dejar pasar los días y los plazos. Y la casa sin barrer. ¿No podrían acelerar las consultas, acordar lo que les plazca y dejarnos ver el futuro como ellos lo están elaborando? Serán meses sin gobierno de nuevo, con decisiones estancadas, con la autonomía suspendida, con los de abajo esperando medidas que justifiquen el sueldo de todos aquellos políticos que hemos encumbrado al Parlament.
-          Puigdemont si vas a venir, cuanto antes mejor. Si esperas para presentarte al Parlamento Europeo cuéntanoslo. Si vas a aguantar hasta provocar nuevas elecciones para que vuelva a salir algo parecido dinos por qué lo haces…
Yo pensaba que alguna conclusión habían sacado del final de la anterior legislatura pero no adivino que hemos aprendido. No me gustaría ver de nuevo regresar a los policías, temo un enfrentamiento de consecuencias funestas en alguno de estos lances y cada día me parece más irresoluble el problema de la independencia en que está instalada la vida del país. Hasta donde nos dejan ver estamos subidos en el mismo autobús que se quedó sin gasolina nada más comenzar el viaje, espero que si arranca de nuevo tengan custodiado el depósito de gasolina para no asistir a la repetición de ver un país dividido y estancado. ¡Existen personas que esperan soluciones!

Mejor mirar para dentro que esperar a que Madrid venga a justificar los errores.

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