sábado, 13 de enero de 2018

NOS ROBARON LA REPÚBLICA
Unos militares golpistas con la ayuda de nazis, terratenientes y la Iglesia católica.
Atado y bien atado lo dejó el dictador asesino en la figura de Juan Carlos.
Seguimos esperando que alguien pida la restitución de la legalidad votada.

                              Resultado de imagen de bandera de la republica española

            Había una vez un país, allá en 1931, que estaba hasta las narices del gobierno de los borbones. La crisis de 1929 agudizó el malestar y un 12 de abril de dicho año, en unas elecciones municipales, los españoles decidieron votar por la República. Las grandes ciudades metieron el miedo en el cuerpo al rey Alfonso XIII que salió por pies a disfrutar de la gran fortuna que atesoraba. Él, su familia y su corte, vivieron como auténticos “reyes” durante décadas en Europa con todo el lujo que desearon, desde palacios a barcos de lujo, pasando por fiestas fastuosas.
            Los capitalistas, los terratenientes y la Iglesia Católica lideraron una oposición frontal a lo decidido en las urnas y un general atiplado acabó provocando una guerra civil, la caída de la República y cientos de miles de muertos. Este general, con Mola y Queipo de Llano, preferían asesinar a la media España roja o republicana antes de dejarles volver a las urnas. ¡Y lo decían en la radio! Décadas de miedo y de religiosidad acabaron con la libertad y nos llevaron a un país atrasado y con una educación machista y fascista de la que no nos hemos liberado aún.
            Ungido por la divinidad decidió nombrar rey a dedo y eligió al ínclito Juan Carlos I que juró lo que le pusieron por delante para llegar a la corona. Lo dejó todo atado y bien atado para que nada importante cambiara y pareciera que habíamos llegado al paraíso. Aquel muchacho, que no era ni heredero legítimo, fue conducido por el franquismo hasta llegar a una transición que imponía el perdón, la amnistía, para todos los crímenes cometidos y para sus cooperadores necesarios. Todo enterrado en el olvido, o en las cunetas, y la República ignorada, como tantas cosas, para otras tantas décadas.

            El nuevo rey hizo caja y nadie se preocupó de sus cuentas corrientes ni de  los viajes con regalos que hacía con frecuencia a los países petroleros. Últimamente han dejado ver la de los elefantes y de vez en cuando sacan alguna de sus conquistas sentimentales. Yo creo que desprestigiando al ya decrepito gobernante intentan justificar la permanencia de D. Felipe y de Dña. Leticia en el mismo barco, una monarquía que es heredera de quienes acabaron con la República votada por los españoles. De vez en cuando sacan alguna mirada o algún dedo levantado de la reina pero para nada se habla del pasado, de su relación con Cristina y conyugue o de la fortuna del padre para hacer limpias las cuentas en la sucesión. Ni hablar de decidir si queremos monarquía o República porque eso pertenece al pasado, al pasado que nos robaron.

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