sábado, 31 de marzo de 2018


NO QUIERO REPETIR CURSO
Ya es hora de que el sistema educativo ponga medios para que no suceda.
No todo son conocimientos, no todos caminamos al mismo ritmo…
La privada fardando de pocas repeticiones… poca vergüenza.

                       Resultado de imagen de fotografias de niños repetidores en clases con ratios altas

             Pongo como punto de partida que estoy en contra de las repeticiones y de las leyes que amparan esas decisiones. Un suspenso de más o la decisión de unos profesores no puede ser una solución sino que conducirá a un cambio de clase para el problema. Escribo sobre esto porque aparecía una noticia en la que se destacaba que en la concertada y en la privada se repetía menos, evidentemente porque cuando llegan los problemas se aconseja que acudan a la pública, porque hay más medios y un nivel más adecuado, y de paso se quitan el problema de encima.
            El sistema educativo actual es unidireccional y de una velocidad fija. Obliga a adaptarse a los alumnos a un ritmo uniforme y a unos contenidos que muchas veces están excesivamente lejos de los intereses de los estudiantes. Atender a la diversidad de personas y ritmos de aprendizaje exige un cambio de mentalidad y, sobre todo, disminuir el número de alumnos por clase. La repetición sacará al alumno de la convivencia con alumnos de su edad y no solucionara ninguno de los problemas que generaron su cambio de amigos.
            Los problemas no pueden solucionarse en unas aulas masificadas, con alumnos muy protegidos por sus padres y con unos contenidos y normas que ignoran, excesivas veces, a los alumnos con dificultades de aprendizaje o de conducta. Cuando se plantean las repeticiones en los últimos años de Primaria o en la ESO ya estamos ante problemas de muy difícil solución y solamente son parches en los que se puede soñar con milagros o descansar, porque tendremos un problema menos en aquella aula.
            Un trabajo efectivo y con medios en preescolar ayuda a que los alumnos/as lleguen con mejores medios para superar dificultades. Unos cursos de primero y segundo de primaria con una ratio baja permitiría atender a los problemas de aprendizaje de algunos alumnos y evitar que sea un problema serio al finalizar dichos cursos. Si aquí no se evita ignorar a quienes no siguen el ritmo de la clase hemos provocado un problema para toda la estancia de dichos alumnos en el sistema educativo. Los padres deben ser informados de los problemas y entre todos deben contribuir a que puedan integrarse con normalidad en el funcionamiento de las clases.
            Se repiten tantas veces los conocimientos en los diferentes cursos y etapas, se corre en exceso tantas veces en aquel afán de “enseñar”, que se olvida trabajar la solidaridad entre los alumnos y se prima la competitividad.
No desconozco la necesidad del esfuerzo para que las personas maduren.
Las casas necesitan buenos cimientos y el sistema educativo, y las familias, deben ponerlos en los primeros años de escolarización.

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