jueves, 29 de marzo de 2018


RELIGIÓN CATÓLICA HASTA EN LA SOPA
Algunos se lo toman ya como unas merecidas vacaciones.
Nuestros políticos como un acto de adhesión nada laica.
Los que dejamos de creer nos preguntamos cómo es posible que tantas personas mantengan la fe en la historia de Jesús y su Iglesia Católica.

                            Resultado de imagen de fotografias de procesiones con encapuchados

            La jerarquía católica es lista como el hambre. Predican la pobreza pero la de los otros, alaban la sumisión pero ellos pontifican, piden libertades pero ellos exigen el privilegio de poder adoctrinar en los centros docentes, siguen condenando a quienes se separan de su credo y separados, homosexuales, lesbianas y cuantos contradigan sus inventados dogmas son condenados. Ya no se atreven a mandar a cinco octavos de la población mundial al infierno pero debe ser porque piensan que no hay sitio para tantos.
            Estamos en un país que se declara laico pero donde sus ministros se desviven por buscar votos en cuantas procesiones encuentran (lo de la bandera a media asta por la muerte de Jesús solamente es comparable con las medallas impuestas a vírgenes y santos), las televisiones públicas son invadidas por sus noticias y espectáculos y las vacaciones de los estudiantes vienen marcadas por la Semana Santa que a su vez depende en sus fechas de celebración de la luna llena (eso lleva una coherencia interna que hace sudar).
            Llevaron bajo palio al dictador durante 40 años, antes le ayudaron con novenas y desde los púlpitos a derrotar la democracia y a tumbar la República, y muchos no llegamos a entender como ningún partido político se ha atrevido a tocar sus múltiples privilegios, económicos, políticos, sociales y educativos. Manejan la educación de las clases dirigentes futuras, pagan muy poquitos impuestos, siguen insertados como una lapa en la educación pública, reciben sueldos y subvenciones y tienen a los políticos a sus pies en ceremonias nada laicas.
            Es posible que el ser humano necesite creer en el más allá para no desesperarse por lo cortita que es la vida, pero las historias y dogmas que rodean a la Iglesia Católica van más allá de lo que soporta la razón. Respetemos a quienes desean seguir esa fe, que roza en muchos casos el ridículo para algunos, pero creo que debe limitarse de una vez su injerencia en la vida de los ciudadanos que no seguimos sus doctrinas. Condicionan hasta las evaluaciones de los centros educativos con la paralización que provocan con sus fiestas de guardar.
            No creo que sea el turismo que debe buscar una nación moderna. Los extranjeros no pueden por menos que alucinar con los pasacalles de estos días…
           

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