ETA: UNA HISTORIA COMPLICADA

Muchísimos pensamos que se habían convertido en asesinos.

No lo teníamos tan claro cuando luchaban contra el franquismo.

Y eran reprimidos, y asesinados, por el Estado sus integrantes.

                    

            ETA nace como un movimiento independentista que se enfrenta de forma violenta al Estado franquista. A los asesinos golpistas que habían usurpado el poder en los años treinta y mantenían secuestradas la libertad, el dinero y los derechos de los trabajadores a sindicarse y defender sus derechos. Fueron valientes al intentar derrocar a quienes habían provocado cientos de miles de muertos y reprimido a quienes se oponían con palizas, cárceles y condenas de muerte. Lo he comentado alguna vez celebré el asesinato del torturador Melitón Manzanas, su primera víctima.

            Al morir el dictador, penita pena… en la cama, lo dejó todo atado y bien atado. Nos impuso un rey que había jurado respetar sus leyes, y que cambió para mantener las posaderas en el trono, nos amenazó con el ejército de nuevo e impuso una amnistía general para ladrones y asesinos de su cuerda. A muchos les pareció que aquello era una pantomima pero que había que tragar con lo que había, otros decidieron rebelarse y luchar por una sociedad diferente y en el caso de ETA incluía, además, la independencia de Euskadi.

            Sus pelean internas llevaron a una parte a radicalizarse y elegir un camino para mí completamente equivocado. En 1982 se otorgó una amnistía a los etarras que quisieran reintegrarse en el sistema surgido del 78, muchos aceptaron la propuesta y salieron de la cárcel incluso personas con delitos de sangre. Fue el momento de acabar con el movimiento pero algunos decidieron dar un paso adelante y radicalizar sus posturas y acudir a asesinatos indiscriminados que todos recordamos.

            Lentamente Euskadi dejó de estar de estos hechos y la banda terrorista (ahora sí) fue aislándose hasta convertirse en una organización extorsionadora, asesina y sin el apoyo social suficiente para estos hechos. Su final ha sido largo y mucho más bonito de lo que yo esperaba, con gobiernos como el de Pinocho podía haberles dado por volver a poner bombas en las playas y joder el turismo en cuatro días y todavía se les deben revolver las tripas cuando escuchan la reacción del gobierno cuando anuncian su disolución.

            Ellos también tuvieron víctimas, asesinados por el Estado, en número significativo (quizá más de 70 sin juicio) pero estas se silencian y no se pide perdón a quienes las padecieron (recuerdo a Lasa y Zabala). Ellos aún tienen un respaldo importante en la sociedad vasca que puede crecer con la chulería de algunos dirigentes pero sigue imperando la política de radicalizar los problemas para robar votos en la España profunda. Están dejando pasar delante de sus narices una oportunidad de no multiplicar las reacciones y a los independentistas.

            Creo que es necesario un acercamiento de los presos una vez desaparecida la banda terrorista y que los condenados puedan beneficiare de las reducciones de pena de cualquier condenado. Evidentemente me gustaría más que se llegara a pactos que suavizaran las penas pues han dado un paso importante para la convivencia en Euskadi. Y si no existe terrorismo en España que comiencen a derogar en el Parlamento las leyes que castigan esos delitos y que se están aprovechando para asustar al personal y crear resentimientos difíciles de curar en mucho tiempo.